Un joven de 24 años de edad que trabaja de remisero, fue baleado en la cabeza en el cruce de avenida Cristianía y Coronel Bogado, en Villa Luzuriaga.
La víctima fue identificada como Gonzalo René León, que según los primeros datos de la investigación, fue interceptado por tres autos, dónde investigan si fue abordado con intenciones de robo.
En la reconstrucción hecha, determinaron que los delincuentes realizaron varios disparos y uno de ellos impacto en la cabeza de este trabajador, qué para escapar cómo pudo condujo el vehículo pero a una cuadra de diferencia chocó contra un poste y perdió la conciencia.
Gonzalo fue trasladado de urgencia al Hospital Paroissien de Isidro Casanova donde se encuentra en estado reservado, mientras que los investigadores pudieron obtener algunas imágenes en la cual pudieron constatar que los vehículos involucrados en este hecho fueron robados en otros ilícitos, todos realizados por la zona.
Interviene en la causa el fiscal Marcelo Diomede, a cargo de la UFI N° 5 del Departamento Judicial de La Matanza, quien dispuso una serie de medidas para lograr dar con el paradero de los malvivientes.
A pocos kilometros degollaron a un remisero
El jueves pasado, con diferencia de días, en la localidad de Isidro Casanova, agentes de la policía acudieron tras un llamado al 911 a las calles Carlos Encina entre Elías Bedoya y Tornquist, tambien en La Matanza, donde un hombre de 50 años estaba tendido en el asfalto con una herida corto punzante en la tráquea.
Al lugar acudieron ambulancias y los médicos constataron que el hombre había fallecido, luego fue identificado como Marcelo Fabián Ovelar, a su vez comprobaron que el hombre trabajaba como chofer de la aplicación de viajes Cabify.
En esas cuadras, la policía pudo recoger testimonio de una vecina la cual había llamado al 911, quien manifestó que Ovelar tocó a su puerta diciendo que le quisieron robar y que estaba herido, para luego desvanecerse producto de la lesión.
A unos de 180 metros del lugar fue encontrado abandonado un vehículo utilitario Renault Kangoo II de color gris, con la puerta del lado del conductor semiabierta, la cual no tenía impedimentos legales ni pedido de secuestro.
Más tarde, los peritos de la Policía Científica que trabajaron en la escena del crimen hallaron documentación perteneciente a Ovelar dentro de la camioneta, por lo que se estableció que era de su propiedad.
