El grupo de rugbiers del Olivos Rugby Club golpeó en forma brutal a un joven hasta dejarlo inconsciente en un boliche bailable de la localidad bonaerense de San Isidro, donde el agredido terminó internado en un hospital.
El hecho ocurrió el pasado domingo, alrededor de las 5:00 dentro del boliche Derby, en la zona norte del Gran Buenos Aires. Según el testimonio de testigos, dos jóvenes de 23 años fueron agredidos por un grupo de al menos cinco rugbiers del Olivos Rugby Club.
Uno de los agredidos terminó tirado en el piso desmayado, pese a lo cual los rugbiers continuaron golpeándolo y pateándolo en la cabeza, según el relato de testigos. La golpiza recién finalizó cuando intervino personal de seguridad del boliche.
El joven agredido terminó internado en terapia intensiva en la Clínica Las Lomas de San Isidro, aunque este martes ya había recibido el alta médica y se encontraba en su domicilio. El hecho está siendo investigado por la fiscalía UFI correccional de San Isidro.
El sábado 27 de agosto pasado, un grupo de rugbiers del mismo club había agredido a otro joven a la salida de otro boliche hasta dejarlo inconsciente. En aquella oportunidad, el agredido resultó un joven conocido como John Little, quien fue brutalmente golpeado a la salida del boliche House de la localidad bonaerense de San Isidro.
Uno de los testigos del ataque ocurrido el pasado domingo señaló que los agresores serían «del mismo grupo que agredió a John Little en agosto, son de la misma camada». «Mi amigo terminó inconsciente en el piso y le siguieron pegando», indicó. Otro ataque en la que estuvieron involucrados rugbiers se conoció a principios de octubre, tras una denuncia realizada por la familia del agredido.
Un joven de 18 años terminó internado en terapia intensiva tras ser golpeado por una patota de rugbiers adolescentes del Club San Fernando dentro del boliche Caix, en la zona de la Costanera, durante una fiesta de egresados, según denunció su familia.
Se trata de Joaquín Mieres, quien juega en el Delta Rugby Club y había concurrido junto con dos amigos a la fiesta de egresados de uno de ellos cuando fue abordado por una patota de 10 rugbiers de la categoría menores de 17 años, que le dieron «una tremanda paliza».
Santiago Mieres, el padre del joven agredido, denunció el episodio a través de su cuenta de Facebook, donde subió una foto de su hijo en terapia intensiva, además de mencionar que los agresores también golpearon a un amigo de su hijo.
NA
