Santiago, un joven residente de Lanús, ha superado una cirugía a corazón abierto de extrema complejidad conocida como tromboendarterectomía pulmonar a la temprana edad de 18 años.
Su caso marca el devenir más joven en ser intervenido desde el inicio del programa en el Hospital de Alta Complejidad en Red El Cruce (HEC) en 2016. La intervención quirúrgica era crucial para tratar la hipertensión pulmonar tromboembólica crónica, una enfermedad que solo puede ser curada mediante cirugía.
Junto a su padre, Alejandro, y su novia, Karen, Santiago ha recibido el alta médica y retorna a su hogar. Durante su despedida, le acompañó parte del equipo de profesionales que le brindaron asistencia durante su internación.
Santiago compartió su travesía, recordando un suceso a los 14 años, cuando experimentó un esguince de tobillo mientras jugaba básquet, que resultó ser una trombosis venosa profunda. Sin embargo, fue a sus 17 años, durante un viaje de egresados a Bariloche, cuando su salud se vio abruptamente afectada.
«Incapaz de caminar sin dificultad para respirar, fui trasladado a la Clínica San Carlos, donde se detectaron alteraciones en mi corazón. Fue allí donde un cardiólogo diagnosticó mi condición de hipertensión pulmonar», relata Santiago, quien permaneció hospitalizado durante su viaje de egresados antes de ser derivado al HEC.
La cirugía resultó ser transformadora para Santiago: «Cambió mi vida. A pocas horas de la operación, podía caminar sin esfuerzo, y mi respiración mejoró notablemente. Siento una mejora significativa en mi salud y en mi estado de ánimo», reconoce el joven.
El Dr. Marcelo Nahin, jefe de Cirugía Cardiovascular en el HEC, compartió que Santiago fue derivado en avión sanitario desde Bariloche y fue recibido por el equipo médico del Dr. Daniel Aimone, neumonólogo a cargo del Programa de Tromboendarterectomía Pulmonar. Tras evaluaciones exhaustivas, se determinó que el paciente podía someterse a la operación, pues presentaba trombos en ambos sistemas vasculares pulmonares que obstruían su correcto funcionamiento. De esta manera, se programó la cirugía, y Santiago ha recibido el alta médica tan solo 13 días después de la intervención.
Este caso, según Nahin, es digno de difundir, ya que Santiago ingresó al HEC siendo aún un paciente pediátrico, lo que demuestra la viabilidad de la tromboendarterectomía pulmonar en niños. Este tipo de patología, a menudo subdiagnosticada y poco conocida, pasa desapercibida para gran parte del personal médico, lo que destaca la importancia de ampliar la conciencia y el conocimiento en torno a estas enfermedades de baja prevalencia.
