La semana pasada se llevó a cabo una intervención de un bebé de un mes que nació con mielomeningocele, una malformación congénita de la columna que, como consecuencia, le provocó también, hidrocefalia, una acumulación anormal de líquido cefalorraquídeo en el cerebro.
El neurocirujano a cargo de la operación en el hospital provincial Eurnekian, de Ezeiza, Exequiel Verdier, explicó que “a las 48 horas de vida intervinimos al paciente, en principio, para cerrar la apertura que presentaba en la columna a nivel lumbar, que dejaba expuesta parte de la médula espinal; esto acarrea riesgo de dificultades en el movimiento de las piernas, problemas en la vejiga, en el control de esfínteres y escoliosis, entre otras complicaciones”.
A su vez, como ocurre en el 90 por ciento de los casos en los que se detecta esta malformación congénita, el pequeño desarrolló hidrocefalia, una acumulación de líquido que si no se trata puede provocar la muerte. Por eso, el bebé debió ingresar de nuevo al quirófano. En esta segunda oportunidad se le colocó una válvula que proveyó el nuevo banco de prótesis del ministerio de Salud bonaerense: “Le implantamos un sistema de derivación interna que drena el líquido desde los ventrículos cerebrales hacia una válvula y, desde allí, hacia el peritoneo, que tiene capacidad de absorberlo”, detalló Verdier.
Contó que es la primera vez que se realiza una intervención de este tipo en el hospital público Eurnekian de Ezeiza gracias a la puesta en marcha del nuevo banco y, a su vez, a la creación, hace cinco meses, del servicio de neurocirugía pediátrica en ese establecimiento.
No obstante, Verdier agregó que “el paciente tuvo una buena tolerancia al procedimiento quirúrgico, está en perfecto estado de salud y ya fue dado de alta”.
De la cirugía participaron, además de Verdier, la jefa de Perinatología, María Gabriela Rodríguez, enfermeras de neonatologia y quirófano, residentes de neurocirugía y el anestesiologo Brioschy.