Ante esta situación, y obispo de Merlo Moreno, monseñor Fernando Maletti, procedió a:
“1. Indicar la separación inmediata de la persona sospechada de la actividad de voluntariado, con el fin de facilitar la investigación y garantizar la tranquilidad de las posibles víctimas.
“2. Realizar las denuncias correspondientes ante la Justicia. Las mismas fueron hechas el 3 de julio de 2017, y 5 de agosto de 2017 en la UFI (Unidad Funcional de Instrucción y Juicio) N° 1 de la Fiscalía General de Morón.
“3. Manifestar claramente, ante la Justicia, la apertura y disponibilidad de la diócesis a colaborar con toda celeridad, diligencia y transparencia, facilitando todos los elementos que pudieran ser necesarios para que se desarrolle una investigación rápida y eficiente que permita encontrar la verdad”.
“Mientras se resuelve esta situación en el ámbito correspondiente, que es el de la Justicia, la Iglesia continúa acompañando pastoralmente a las personas afectadas”, aseguró en un comunicado.
Asimismo, indicó que se designó vocero oficial para este tema al señor Mario Barboza.
Texto del comunicado
Tomamos conocimiento de una denuncia sobre un supuesto hecho de abuso, por parte de un adulto que prestaba servicio voluntario solidario en la diócesis, hacia dos personas del Taller Protegido Monseñor Raspanti, perteneciente a nuestra Iglesia diocesana. Dicha acción podría enmarcarse entre las conductas inadecuadas y reprochables hacia el respeto de la intimidad personal.
La Iglesia en Merlo-Moreno manifiesta ante este hecho su decidido compromiso con la verdad, la transparencia y el cuidado de la vida. Ratifica, en coherencia con el magisterio del papa Francisco, su adhesión a las leyes civiles, y las convenciones que garantizan el respeto de los derechos de las personas con especiales situaciones de vulnerabilidad.
Ante esta situación, y por orden del señor Obispo, se procedió a:
1. Indicar la separación inmediata de la persona sospechada de la actividad de voluntariado, con el fin de facilitar la investigación y garantizar la tranquilidad de las posibles víctimas.
2. Realizar las denuncias correspondientes ante la Justicia. Las mismas fueron hechas el 3 de julio de 2017, y 5 de agosto de 2017 en la UFI (Unidad Funcional de Instrucción y Juicio) N° 1 de la Fiscalía General de Morón.
3. Manifestar claramente, ante la Justicia, la apertura y disponibilidad de la diócesis a colaborar con toda celeridad, diligencia y transparencia, facilitando todos los elementos que pudieran ser necesarios para que se desarrolle una investigación rápida y eficiente que permita encontrar la verdad.
Mientras se resuelve esta situación en el ámbito correspondiente, que es el de la Justicia, la Iglesia continúa acompañando pastoralmente a las personas afectadas.
En este comunicado se expresa todo lo que la Iglesia diocesana tiene para decir respecto de este caso, aclarando que cualquier otro tipo de trascendidos, opiniones o declaraciones corren por cuenta y responsabilidad de quien los pronuncie, pero de ninguna manera expresan oficialmente el sentir de la comunidad. El obispado ha designado como vocero oficial para este tema al señor Mario Barboza, y sólo se expresará por su voz y mediante este tipo de comunicados.
Rogamos a Dios que esta situación pueda resolverse ágilmente para encontrar verdad y justicia.
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