La alegría, la fe y la música conquistaron a los fieles, quienes bajo un sol de primavera celebraron este sábado por la tarde la vigésima segunda Misa de la Esperanza, bajo el lema «No amemos con palabras sino con obras».
Todos los años, para esta fecha, la Diócesis reúne a sus ochenta parroquias ubicadas en las localidades de Florencio Varela, Quilmes y Berazategui, junto a todos los sacerdotes y el Obispo Carlos Tissera, quien en la ocasión señaló: «Es necesario crear una nueva mentalidad que piense en términos de la comunidad, de prioridad de la vida de todos».
Y agregó, invocando al Papa Francisco, quien eligió el lema en el marco de la Primera Jornada Mundial de los pobres: «Amar significa mirar al otro, escuchar sus gritos, atender sus necesidades, vendar sus heridas, curarlas, cobijarlo con ternura, sostenerlo. Amar es hacerse prójimo».
Por su parte, el padre Miguel de la Medalla Milagrosa expresó su alegría ante la fiesta diocesana y agradeció «la ayuda de Julio Pereyra y Andrés Watson, que nos brindan todo el aporte para poder realizar esto todos los años».
Las manos hacia al cielo, con pañuelos blandiendo en el aire y la felicidad en predicar la palabra de Dios fueron las imágenes repetidas del encuentro. Miriam, fiel de la Parroquia «El Salvador» de Gutiérrez expresó «es una alegría venir y compartir con los hermanos la religión, un abrazo; el Señor nos da la esperanza, la alegría y la felicidad, y la caricia de María, que nos ayuda a pesar de las dolencias. La fe es la que nos levanta».
