En un extenso comunicado difundido desde ATE La Matanza, se dio a conocer una problematica profunda por la cual atraviesa este centro de jovenes en el cual hay 59 adolescentes que tienen algun conflicto con la justicia.
En este escrito definen que «a partir del vaciamiento institucional: falta de recursos humanos, talleres y actividades socio educativas, sumado al avance del Servicio Penitenciario Bonaerense el cual se incrementó a partir de la creación de una alcaldía para adultos dentro de la institución, observamos que los hechos de violencia al interior de los módulos ha crecido exponencialmente, poniendo en riesgo la integridad psicofísica de los jóvenes y la del conjunto de los trabajadores del Organismo de Niñez».
«Consideramos que la violencia que se desata no es casualidad, por lo cual no estamos dispuestos a naturalizarla. Actualmente tenemos 59 jóvenes alojados y para atender a los mismos contamos con 6 a 7 asistentes de minoridad por guardia que deben asistir a la totalidad de los jóvenes y tres profesionales en el equipo técnico (dos trabajadoras sociales y un psicólogo), una abogada y un profesor de educación física que realizan talleres, lo cual es absolutamente insuficiente. Los jóvenes, pasan 18 horas al día alojados en sus habitaciones debido a que los talleres disponibles son escasos. No contamos con los recursos humanos suficientes que nos permita realizar un trabajo real con ellos, en donde prime la palabra y la contención» informan estos trabajadores.
Luego, aclaran «nuestra tarea cotidiana esta reducida a trabajar con la urgencia y la demanda inmediata, lo cual genera un distanciamiento con el joven y la imposibilidad de generar vínculo estables y sólidos. Como mencionamos anteriormente, la violencia no es una casualidad, y mucho menos algo natural y propio de las instituciones cerradas, por nuestra no estamos dispuestos a resignarnos y tomar este discurso! La violencia aparece y crece en la medida que el Estado Provincial no facilite los recursos humanos y materiales para trabajar con los jóvenes; la violencia es protagonista cuando no logramos cumplir con nuestro trabajo por falta de Políticas Publicas reales».
Por ende, agregan «no estamos dispuestos a que esta institución, nuestro lugar de trabajo, se convierta en una cárcel. Somos trabajadores de niñez, no penitenciarios. Somos los que ponemos el cuerpo todos los días en medio de tanto caos, en medio de tanta desidia. Somos los que escuchamos la angustia de los pibes, sus gritos, sus llantos, sus enojos y también sus risas. Contenemos con lo que podemos y cómo podemos, corremos detrás de las demandas, y no tenemos tiempo para pensar nuestra tarea, pensarnos a nosotros mismos, en que estamos haciendo».
«No queremos ser cómplices del accionar represivo y punitivo del estado y por eso nos organizamos. Nos sentimos usados por las autoridades, ya que ellos muestran que con nuestra presencia en Virrey del Pino, se están garantizando los derechos fundamentales de los pibes… No queremos ser una pantalla que simula un gran “Como Sí”, que intenta tapar lo que realmente quieren para Virrey del Pino, que sea un depósito de pibes… No estamos dispuestos a aceptarlo»añaden al escrito.
En este sentido, aseveran que «teniendo en cuenta lo relatado hasta aquí, y ante el ultimo hecho de violencia desatado el día sábado 08/04/2017 en uno de los módulos, los jóvenes permanecen en sus habitaciones, con el fin de resguardar su integridad física y la de los trabajadores, garantizándose la atención básica (alimentación y sanidad), hasta tanto las autoridades de niñez den respuestas a nuestros reclamos».
No obstante, enumeran los siguientes pedidos:
– Nombramiento de personal: 6 asistentes por modulo; tres trabajadores sociales y tres psicólogos.
– Talleres y actividades socio educativas-
– Reducir el cupo de jóvenes alojados-
– Resguardar la integridad psicofísica de los trabajadores y los jóvenes: garantizando los derechos de todos-
– Pase a planta permanente de los compañeros temporarios-
«Actualmente nos encontramos a la espera de una audiencia con el responsable del área, el Sr. Felipe Granillo Fernández, para resolver el conflicto de manera urgente. Teniendo en cuenta la gravedad de la situación, sostenemos que los responsables de lo que pueda llegar a suceder no serán los trabajadores, ni los jóvenes, sino los funcionarios del Organismo de Niñez» culminaron.
