La institución que condujo hasta el mismo día de su fallecimiento, llevará su nombre: la resolución 1.554 publicada en el Boletín Oficial por el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan, aprueba en su artículo primero “el cambio de nombre del Instituto Provincial de Hemoterapia por el de Instituto de Hemoterapia de la Provincia de Buenos Aires Dra. Nora Etchenique, en honor a la memoria y al trabajo realizado por su ex directora, por su incansable labor y su valioso aporte a la salud pública”.
La médica y especialista en hemoterapia, Nora Etchenique, fue quien más años dirigió ese establecimiento a cargo de garantizar la provisión de sangre en todo el territorio bonaerense, incluso había vuelto a ese cargo el año pasado, con 65 años y ya jubilada, tras la convocatoria de la actual gestión en Salud.
El pasado 7 de agosto cuando viajaba como todos los días para cumplir sus tareas en la sede platense del Instituto falleció, víctima de un incidente vial en la autopista Buenos Aires-La Plata. Desde el inicio de la pandemia había puesto todo su conocimiento y esfuerzo en el programa de uso de plasma de convaleciente, con la esperanza de hallar en él un tratamiento para curar a los enfermos de COVID-19.
Quienes la conocieron en el ejercicio de su extensa carrera coinciden en que todo lo que emprendía lo hacía con profunda entrega, profesionalismo y una pasión que inspiraba a quienes como ella, sentían el compromiso de aportar su conocimiento al sistema de salud pública.
Había sobrevivido a la última dictadura que, en el año 1977, la secuestró junto con su padre y la torturó en el centro clandestino de detención conocido como “Mansión Seré”. De sus vivencias en ese infierno dio testimonio durante el juicio que se llevó a cabo contra los responsables de ese centro ante el Tribunal Oral N° 5 de San Martín, en 2014.
Tres años después de aquellos hechos traumáticos, terminó su carrera e ingresó en el hospital Zubizarreta. Allí inició su especialización en el servicio de Hemoterapia que profundizó con estudios en Francia. En 1983 comenzó a trabajar en el hospital “Güemes” de Haedo y recorrió todos peldaños de la escala profesional hasta la dirección del servicio. Fue también coordinadora del Instituto provincial en la región sanitaria VII que nuclea a varios distritos.
Luego asumió la dirección asociada del Instituto Provincial de Hemoterapia y, en 2008, fue nombrada directora ejecutiva. En 2016 fue desplazada del cargo y, si bien trabajó un tiempo más en el hospital Güemes de Haedo, decidió que era hora de jubilarse. Sin embargo, el año pasado, tras ser convocada por el actual ministro de Salud de la Provincia para retomar sus funciones como máxima autoridad en materia de hemoterapia, se sintió reconocida y motivada, y tomó la decisión de volver al trabajo que desempeñó con profesionalismo, sacrificio y amor hasta el último día de su vida.
