A raíz de una denuncia realizada por vecinos de la zona del Delta, la Dirección de Áreas Naturales Protegidas (ANP) bonaerense secuestró más de diez armas de fuego y un gran número de animales en poder de cuatro cazadores furtivos.
El operativo, realizado esta madrugada en la zona del Delta, fue concretado en conjunto con la Policía Ecológica, la Dirección de Fauna de la Nación y Prefectura.
Se instrumentó por una denuncia que llegó al organismo ambiental de la Provincia (OPDS), a cargo de Ricardo Pagola, ante la presunción de «caza furtiva por fuera del Código Rural, marco normativo vigente, que regula esta actividad».
«La caza furtiva es una actividad que atenta no sólo contra la seguridad de los vecinos cuando se realiza cerca de zonas pobladas, sino que sus principales víctimas son las especies en peligro de extinción y las que están protegidas en distintos grados de peligro. Desde el Gobierno de la Provincia fiscalizamos y tratamos siempre de llegar antes que se concrete la caza, claro que no siempre se logra», explicó Marcelo Martínez, director de ANP.
Se secuestraron más de 10 armas de fuego, coipos (conocidos como falsa nutria, especie protegida), carpinchos (especie protegida), redes de pesca, tramallos y 200 kilos de pescado.
Además del decomiso de las presas y todos los elementos utilizados para la caza, los guardaparques del sistema de Areas Naturales Protegidas tienen potestad como agentes de fiscalización para labrar actas que pueden derivar en multas de hasta 50 mil pesos.
Ya en el mes de septiembre, la patrulla rural detuvo a un cazador furtivo con medio centenar de vizcachas en el Refugio de Vida Silvestre de Samborombón, una zona que por la abundancia de fauna se convirtió durante los últimos años en uno de los mayores cotos de caza ilegal.
