Un oficial de la Policía bonaerense quedó detenido en la causa en la que se lo investiga como jefe u organizador junto a Jorge Castillo de una de las bandas que amenazaba y extorsionaba a puesteros de la feria La Salada, en el partido de Lomas de Zamora, informaron fuentes judiciales.
Se trata de Héctor Esteban Peralta, alias “Taco” y quien prestaba servicios en la Jefatura Distrital Norte de dicho partido del sur del conurbano, quien se presentó junto a su abogado particular Juan José Ribelli ante el fiscal de la causa, Sebastián Scalera.
Fuentes judiciales informaron que el fiscal indagó al oficial como supuesto mano derecha de Castillo, bautizado “Rey de La Salada”, en la denominada “Banda de Los Chaqueños” pero el acusado negó conocer a los integrantes de ese grupo e, incluso, al presunto responsable.
Por consejo de su defensor, Peralta se negó luego a contestar las preguntas de la fiscalía, tras lo cual, quedó alojado en la Alcaidía de Lomas de Zamora, dijeron los informantes.
De esta manera, suman 26 los detenidos por el caso ya que la Justicia ya rechazó los respectivos pedidos de excarcelaciones de los otros 25, precisaron los voceros.
Según los investigadores, Jorge Castillo lideraba la “Banda de los Chaqueños”; su sobrino Adrián, la conocida como “Banda de Adrián o de River” y Leonardo Farías -uno de los prófugos- otra de las organizaciones denominada “Banda de los Cucos”.
Esta causa comenzó en abril de 2015, cuando tras un desalojo se determinó que un grupo tenía el control de miles de puestos callejeros que funcionaban afuera de los predios habilitados.
La pesquisa avanzó y se estableció que explotaban de manera ilegal los puestos, cobraban un canon a los feriantes para poder permanecer en el lugar y otros por seguridad, limpieza, estacionamiento y el pago de un bono contribución.
Todas estas acciones eran realizadas bajo amenazas y, en caso de que no se pudieran efectivizar, los feriantes eran golpeados, al tiempo que los miembros de la organización que actuaban como “seguridad” del lugar atacaban a las denominadas “mecheras” que descubrían robando en el predio sin “arreglar” con ellos, a quienes llevaban a galpones, las hacían desnudar y las golpeaban con cinturones.
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