Un violento enfrentamiento entre manifestantes y fuerzas de seguridad se dió en medio de la marcha típica de los jubilados frente al Congresox que dejó un saldo de al menos 130 detenidos y decenas de heridos, entre ellos el fotógrafo independiente Pablo Grillo, de 35 años, oriundo de Lanús. Grillo sufrió una severa lesión en la cabeza tras ser impactado por una cápsula de gas lacrimógeno, lo que le provocó la pérdida de masa encefálica.
El joven fue trasladado de urgencia al Hospital Ramos Mejía, donde fue intervenido quirúrgicamente. Su padre, Fabián Grillo, confirmó por la noche que su hijo fue operado y que su estado era grave. Además, señaló que Pablo se encontraba trabajando por cuenta propia durante la cobertura de la manifestación.
En total, 23 civiles resultaron heridos durante los disturbios. De ellos, cuatro permanecen internados, incluido Grillo. Los heridos fueron distribuidos en distintos hospitales de la ciudad: 12 personas, entre ellas 8 hombres y 4 mujeres, fueron trasladadas al Ramos Mejía; al Argerich ingresaron 4 hombres y 2 mujeres; el Santa Lucía recibió a tres hombres y una mujer; mientras que un hombre fue derivado al Hospital Álvarez.
En redes sociales, amigos y allegados de Grillo manifestaron su indignación y preocupación por su estado de salud. Una amiga de Lanús recordó su militancia estudiantil en la universidad y expresó su repudio a la violencia que sufrió mientras trabajaba. «Pablo Grillo está luchando por su vida. Juntos, hace tiempo, compartimos militancia estudiantil en la universidad».
Luego, puntualizó «Hoy, en su profesión de fotógrafo independiente, fue herido de gravedad mientras intentaba hacer su trabajo. Mientras sacaba una foto, le reventaron la cabeza disparándole una lata de gas lacrimógeno. Esta escoria fascista que nos gobierna y su inhumanidad tienen los días contados», publicó en su cuenta personal. Cabe destacar que el joven estudio en la Universidad de Lanús, tiene una militancia profunda en ese distrito.
Los incidentes ocurrieron en el marco de una protesta que culminó en un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad, dejando un escenario de tensión y violencia en las inmediaciones del Congreso.