El Último Primer Día (UPD) se consolidó como una tradición innegociable para los estudiantes de sexto año de secundaria en Argentina. Sin embargo, este festejo ya no es el único: un informe de la Asociación de Institutos de Enseñanza Privados de la Argentina (AIEPA) revela que cada vez hay más “últimos días”, como el Último Día de Sexto (UDS), la Última Semana Santa (USS) y las Últimas Vacaciones de Invierno (UVI).
El UPD comienza la noche previa al inicio del ciclo lectivo, con reuniones entre los estudiantes, consumo de alcohol y música fuerte. Al amanecer, los jóvenes se dirigen a la escuela con banderas y cánticos, aunque muchas veces en condiciones poco adecuadas para asistir a clases.
Según Patricia Salvucci, directora del nivel secundario del Colegio Internacional del Sol en Bahía Blanca, la proliferación de estos festejos ha generado complicaciones en la organización escolar. “Es una pérdida de tiempo enorme. No solo tenemos que enfocarnos en los chicos de sexto año, sino también en los demás cursos que están comenzando”, afirmó.
Más festejos, menos estudio
El informe de AIEPA señala que el último año de secundaria está cada vez más marcado por celebraciones que restan tiempo de estudio. Desde la elección de buzos y remeras de egresados hasta el viaje de fin de curso, los alumnos invierten horas en estos preparativos.
Martín Zurita, secretario ejecutivo de AIEPA, advirtió: “Sexto parece un año festivo en lugar de ser un curso en el que se consolidan los conocimientos necesarios para dar el siguiente paso”.
Además, los excesos en estos festejos preocupan a las autoridades. En algunos casos, los propios padres avalan y fomentan estas prácticas sin establecer límites claros. Por ello, cada vez más escuelas trabajan en la concientización sobre los riesgos del consumo de alcohol en adolescentes.
Las escuelas buscan mitigar los riesgos
Ante la imposibilidad de erradicar estos rituales, las instituciones han adoptado estrategias para minimizar los peligros. Desde AIEPA explican que ahora el enfoque está en la prevención: algunas escuelas reciben a los estudiantes con desayuno, promueven el ingreso con acompañamiento de los padres y están preparadas para contactar servicios médicos en caso de emergencias.
La expansión del fenómeno a primaria y jardines
El fenómeno de los “últimos días” no solo afecta a la secundaria. En algunas escuelas primarias y jardines de infantes, los niños también participan en celebraciones organizadas por sus padres. Aunque sin los excesos del UPD de sexto año, estos eventos incluyen espuma, papelitos, bombos y redoblantes, lo que demuestra cómo la cultura del festejo se ha instalado en todos los niveles educativos.
Las autoridades educativas continúan debatiendo cómo abordar esta realidad sin afectar el desarrollo académico de los estudiantes. Mientras tanto, los “últimos días” siguen sumando nuevas fechas al calendario escolar.