La fábrica láctea Sancor, ubicada en la localidad de Don Torcuato, Tigre, se encuentra en una situación crítica tras el despido de 50 trabajadores en los últimos días. Ayer, los empleados realizaron una protesta en las puertas de la planta para exigir la reincorporación de sus compañeros despedidos.
Este conflicto laboral se suma a los más de 300 despidos ya registrados en otras plantas de la empresa ubicadas en Santa Fe y Córdoba, según informó el gremio de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA).
ATILRA informó que la empresa, que acumula una deuda de USD 400 millones y estarían llevando adelante un plan de vaciamiento. La situación financiera de Sancor es alarmante, y la compañía ha decidido presentar la apertura de un concurso preventivo de acreedores con el objetivo de evitar la quiebra.
Este procedimiento busca reestructurar las deudas y mantener la operatividad de la empresa, que atraviesa una crisis financiera desde 2017.
El anuncio del concurso preventivo de acreedores ha generado incertidumbre entre los trabajadores, quienes temen por la continuidad de sus puestos de trabajo y el futuro de la empresa.
Mientras tanto, la protesta en Don Torcuato refleja el malestar generalizado entre los empleados, quienes exigen respuestas concretas frente a la ola de despidos y la crítica situación económica de la compañía.
La crisis de Sancor no solo afecta a sus trabajadores, sino que también impacta en la industria láctea argentina, una de las más importantes del país. La resolución de este conflicto será clave para determinar el futuro de la empresa y de miles de familias que dependen de ella.