Un episodio de violencia con desenlace fatal tuvo lugar ayer en Francisco Álvarez, partido de Moreno, donde el conflicto entre dos familias terminó con la muerte de Sánchez Franco Nicolás, de 24 años, y varios implicados imputados por distintos delitos.
Según la investigación, el hecho ocurrió cuando Sánchez Franco, acompañado por su padre de 59 años y su hermano de 26 acudió al domicilio de la familia Sosa, en medio de un conflicto económico relacionado con el alquiler de colectivos y el cobro de una presunta deuda. Según registros fílmicos y testimonios, la familia Sánchez arribó al lugar y, tras un intercambio verbal, se desató una pelea que incluyó gritos, amenazas, golpes y bronca.
En este contexto, Laura Sosa, oficial de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y hermana del transportista involucrado en el conflicto, se encontraba en la vivienda de forma circunstancial y vestida de civil. Al observar que los agresores portaban un arma y tras su negativa a deponer la actitud violenta, disparó con su arma reglamentaria, impactando en el tórax de Sánchez Franco, quien falleció en el lugar.
Durante el enfrentamiento, personal de la Gendarmería Nacional arribó al lugar, donde se incautó una pistola 9 mm, dónde la justicia investiga si pertenece a la familia agresora, la cual contenía municiones y no contaba con la autorización correspondiente para su portación.
Posteriormente, un grupo de aproximadamente 150 personas, vinculadas a la familia Sánchez y a una empresa de transporte gestionada por ellos, se dirigió al lugar de los hechos. Algunos manifestantes arrojaron piedras y prendieron fuego a dos colectivos pertenecientes a la familia Sosa.
Sin embargo, los disturbios no se trasladaron al enfrentamiento directo con las fuerzas de seguridad, quienes custodiaron la zona. Más tarde, los manifestantes se congregaron de manera pacífica frente a la comisaría de Moreno 1ra., exigiendo la liberación de los detenidos en la manifestación.
Tras las primeras investigaciones a cargo de la UFI N°3 de Moreno, Laura Sosa fue imputada por homicidio agravado por el uso de arma de fuego, aunque no se dispuso su aprehensión al considerar que el disparo se habría dado en el marco de un contexto de legítima defensa, según las evidencias iniciales. Por su parte, Sánchez Darío fue imputado por portación ilegal de arma de fuego de guerra, sin orden de detención hasta que se esclarezca a quien verdaderamente pertenecia el arma encontrada.
La investigación continúa a cargo de Gendarmería Nacional y el Instituto de Ciencias Forenses de Lomas de Zamora, mientras se aguardan nuevos informes y peritajes para esclarecer los hechos.
De acuerdo con información preliminar, el enfrentamiento tiene raíces en disputas económicas previas entre las familias Sánchez y Sosa, que habrían escalado a amenazas y agresiones en los últimos meses, vinculadas al negocio de transporte escolar.
Este hecho, que conmociona a la comunidad de Francisco Álvarez, refleja la escalada de violencia en conflictos personales que, en esta ocasión, derivaron en un desenlace fatal.