La Escuela Primaria Joaquín Castellanos N.º 29, ubicada en la calle 25 entre 526 y 527, cerca del Estadio Único de La Plata, vive una situación crítica. En los últimos dos meses, la institución ha sufrido cinco robos, dejando al descubierto la falta de recursos y medidas de seguridad para proteger a los estudiantes y el personal docente.
El último episodio, según destacan la comunidad educativa, tuvo lugar en el comedor escolar, donde delincuentes ingresaron y se llevaron utensilios esenciales para la prestación del servicio alimentario. Este hecho ha dejado a los alumnos sin desayuno, ya que la escuela no cuenta con cubiertos suficientes, ni los recursos para reponerlos.
Ante la reiteración de los ataques, los padres de los alumnos expresan, «no podemos seguir así. Los chicos tienen que traer sus propios cubiertos porque ni eso nos dejaron. Es increíble lo que estamos viviendo».
El reclamo también apunta a la falta de seguridad. La escuela no puede afrontar el costo de instalar cámaras de vigilancia, una herramienta que podría disuadir futuros ataques. «Pedimos colaboración, difusión, lo que sea necesario para proteger nuestra escuela. No es posible que, al menos una vez por semana, alguien nos robe o vandalice», añadió otra integrante de la comunidad educativa.
El contexto de la inseguridad escolar no es un problema aislado. La vulnerabilidad de las instituciones educativas refleja una deuda estatal con los sectores más desprotegidos. Mientras tanto, la EGB N.º 29 continúa siendo un blanco fácil, a pesar de los esfuerzos de sus docentes y familias para mantenerla en pie.
Se espera que las autoridades municipales y provinciales tomen cartas en el asunto. La comunidad hace un llamado urgente para obtener apoyo en la instalación de medidas de seguridad y reponer los bienes robados. «No podemos permitir que esto siga pasando. Es el futuro de nuestros chicos el que está en juego», concluyeron.