La comunidad periodística local y los habitantes de Lomas de Zamora están consternados tras el brutal asesinato de un querido periodista que, a los 77 años, fue atacado de manera violenta frente a su nieto de 12 años. Este trágico suceso ha dejado una huella profunda en quienes lo conocieron y apreciaron su trabajo.
El hecho ocurrió el 22 de octubre, cuando el periodista se encontraba en su hogar de Turdera, en la calle Puig. Un grupo de delincuentes logró ingresar a su vivienda, donde ataron al menor y propinaron una feroz golpiza a la víctima. El ataque fue tan brutal que el periodista sufrió graves lesiones, incluyendo un desfiguramiento facial y fracturas en el cráneo y las costillas.
Aunque logró sobrevivir inicialmente al golpe, su condición se deterioró rápidamente. Días antes de una cirugía programada, Montefusco falleció en un centro médico cercano debido a las severas heridas que sufrió durante el ataque.
El fallecimiento fue lamentado por diversas instituciones locales, incluyendo el Club Social y Deportivo Juventud Obrera, que emitió un comunicado en el que expresaron su pesar por la pérdida de un socio valioso y un gran formador para la juventud del club. En 2019, Montefusco había sido reconocido con el premio “Orgullo de ser de Lomas” por su dedicación y legado en el ámbito deportivo local.
Los vecinos también compartieron conmovedores relatos sobre el periodista. «Ayer me enteré con mucha tristeza que nos había dejado el querido Miguel Montefusco. Uno de esos periodistas de raza. Gran profesional. Buen tipo. Buen amigo. Orgulloso de su familia y en especial de sus nietos. Hoy me enteré que murió producto de un asalto, en su casita en Turdera, por Lomas de Zamora. Le entraron a la casa, ataron y amordazaron a uno de sus nietos mientras él estaba con él y le pegaron duro. Fractura en el cráneo, cuatro costillas rotas. No pudo recuperarse. Perdón por el exabrupto, pero ¡qué hijos de puta! Hasta siempre, Miguelito. Se te va a extrañar».
Otro vecino reflexionó: «Falleció Miguel Montefusco. Hombre buenísimo, nació en La Boca y siguió en Turdera su vida porque se enamoró. ¡Es una muerte profundamente injusta! Fue un asesinato… lo mataron a golpes. Pero Dios dictará sentencia. Que así sea. Que en paz descanse».
Este alarmante caso ha puesto en evidencia la creciente inseguridad en la región y ha convocado la atención de la comunidad, quienes piden justicia y la pronta captura de los responsables de este horrendo crimen.