El Banco Nación ha anunciado el cierre de su sucursal ubicada en Ramos Mejía, partido de La Matanza, en respuesta a la «elevada presión tributaria municipal que ha impactado en su margen financiero».
Según fuentes de la entidad, la tasa municipal ha servido como un impuesto sobre los créditos dirigidos a familias y empresas, afectando especialmente los préstamos hipotecarios. A partir de ahora, los clientes serán atendidos a través de sucursales fuera del municipio y por canales digitales las 24 horas del día.
Según explicaron en un comunicado, los primeros ocho meses de 2024, la entidad ha pagado aproximadamente $ 3.500 millones en tasas municipales, un monto equiparable a la nómina salarial de 150 empleados que trabajan en la zona.
El presidente del Banco Nación, Daniel Tillard, destacó que la entidad ha logrado un superávit financiero significativo y ha multiplicado los desembolsos de créditos, alcanzando los 11 mil millones de dólares en préstamos, pero subrayó que las «exorbitantes» tasas municipales son un obstáculo que deben eliminar.
El anuncio del cierre ha provocado una fuerte reacción del gremio La Bancaria, que ha solicitado una reunión urgente con el presidente del banco para discutir la situación. La organización sindical criticó el cierre como innecesario y perjudicial, argumentando que crea angustia entre los trabajadores, quienes temen por la seguridad de sus empleos.
Este conflicto se suma a otro reciente, cuando el banco intentó cerrar sucursales en La Pampa, lo que llevó a los gremios a exigir respuestas claras. La Bancaria ha señalado que detrás de estas decisiones existe un trasfondo político, sugiriendo que el cierre podría ser una represalia por la postura del gobierno provincial contrario a la privatización del banco.
El ambiente es tenso, y el gremio advierte que si el Banco Nación no garantiza la estabilidad laboral y continua con su política de ajustes y cierre de sucursales, se podría desencadenar un conflicto significativo. Desde la organización, se hace un llamado a la unidad para luchar por los derechos laborales en un contexto de incertidumbre y tensión en el sector.