En una historia que ha conmovido a la comunidad y deja una vez más en evidencia los gestos solidarios que se pueden encontrar en la sociedad, un vendedor ambulante identificado como Matías (foto principal de la nota) se convirtió en el héroe del día al encontrar y devolver el tan soñado vestido de quinceañera de Sofía, una joven que está a punto de celebrar su fiesta de quince años.
La tía de la quinceañera, Gaby, relató en un posteo que se hizo viral, con gran emoción los momentos de angustia que vivieron cuando se dieron cuenta de que habían dejado olvidada la caja con el vestido de Sofía en el tren vía Bosques, luego de haberlo retirado de Once. La desesperación se apoderó de ellos al percatarse de la pérdida, pero rápidamente se dirigieron a la boletería de la estación de Ezpeleta para dar aviso y solicitar ayuda a los trabajadores del tren.
A medida que el tren avanzaba en su recorrido, las noticias no eran alentadoras. Nadie había entregado el vestido ni había dado señales de haberlo encontrado, y el control del tren no lo había visto en el vagón indicado. Sin embargo, cuando el tren finalmente llegó a la estación de Bosques, la esperanza renació.
Fue en ese momento que recibieron la maravillosa noticia de que un vendedor ambulante, Matías había encontrado el paquete con el vestido y lo había dejado en la estación, esperando pacientemente a que la familia de Sofía lo recuperara. La gratitud y el alivio se apoderaron de la tía Gaby, quien no dudó en compartir públicamente su reconocimiento y agradecimiento hacia este ejemplo de honestidad y solidaridad.
Junto con su mensaje, la tía Gaby compartió una foto de Matías para que todos pudieran ponerle rostro al héroe que salvó el día. Además, expresó su profunda admiración por su acto de integridad y destacó la importancia de que todavía existan personas tan buenas en el mundo.
La historia de Matías y su gesto desinteresado ha generado un gran impacto en las redes sociales, donde miles de personas han compartido el mensaje de agradecimiento y reconocimiento de la tía Gaby. Esta historia nos recuerda que, incluso en los momentos más difíciles, la bondad y la solidaridad pueden florecer.