India es una perrita que es feliz ayudando a las personas. Esta Caniche toy de 8 años está especialmente preparada para mejorar la disciplina física, emocional, cognitiva y social de quienes tienen algún tipo de enfermedad o discapacidad. India es parte del staff del Centro Hirsch dónde se realizan cuidados gerontológicos, donde los pacientes tienen terapias asistidas con animales.
«Los perros son grandes motivadores. Transmiten calma y seguridad, fomentando la relajación; Facilitan la comunicación, mejoran la memoria y la atención; Estimulan el ejercicio físico y el movimiento. En definitiva, brindan alegría y bienestar a las personas», asegura Valentina Salas Espíndola, Licenciada en Terapia Ocupacional del Centro Hirsch.
La Terapia Ocupacional es una disciplina que trabaja para que las personas con discapacidad o ciertas dificultades puedan ganar independencia y autonomía, puntualmente en las actividades diarias como comer, vestirse e higienizarse, etc. Y en esta especialidad, es en la que en Centro Hirsch entran los animales para facilitar y acelerar este proceso.
«Cuando los pacientes ven que India entra por la puerta ya les cambia la cara y sonríen. Ahí se ve cómo influye directamente en el estado anímico de la persona», dice la especialista en intervenciones asistidas con animales.
El animal fomenta que las personas estén todo el tiempo en comunicación con él y con otros pares, lo que desarrolla habilidades del lenguaje. También promueve la integración sensorial, por sus diferentes texturas, olores y sonidos. Se comprobó a lo largo del tiempo, y en Hirsch lo vemos día a día, que el animal brinda motivación y esto favorece los tratamientos en las Terapias Ocupacionales.
«Hay personas con deterioro cognitivo que se acuerdan del nombre de India, el día que cumple años y hasta qué días va al Centro Hirsch. Otros pacientes con poca movilidad logran mover sus miembros superiores para interactuar con ella», cuenta Valentina, la guía de India.
Las intervenciones asistidas pueden hacerse también con gatos, caballos, peces, pájaros, conejos, animales de granjas y otros animales domésticos que fueron evaluados y adaptados para la interacción social con humanos. «Sin dudas, el animal crea espacios mucho más humanos», concluye.