La noche de ayer, un trágico suceso conmocionó a la comunidad de Glew, cuando dos policías pertenecientes a la fuerza especial de la bonaerense, conocida como UTOI, fueron arrestados en relación a la muerte de una bebé de tan solo tres meses de edad.
Según los primeros reportes, el trágico incidente tuvo lugar cuando uno de los agentes acudió a visitar a una mujer en su casa de Glew, ubicada en la calle Arreghini al 600, quien vive en condiciones de abandono junto a su bebé.
Presuntamente, la visita derivó en una discusión entre el oficial y la mujer, quien lo acusó de haber consumido todas las drogas que poseía. Es importante destacar que la madre de la niña es adicta al Paco y a otras sustancias estupefacientes, lo cual contribuyó al deterioro de la situación.
Durante el altercado, la mujer de 29 años de edad gritó acusaciones de que el policía había golpeado a su bebé, lo que motivó que ella abandonara su domicilio para buscar refugio en la casa de una amiga. Desafortunadamente, horas más tarde, se informó sobre el fallecimiento de la pequeña en ese lugar.
Fuentes cercanas al caso indicaron que las autoridades se encuentran investigando el suceso y están a la espera de los resultados de la autopsia para determinar si la bebé sufrió algún tipo de golpe o caída durante la discusión anteriormente mencionada.
Además, al llegar al domicilio, los agentes descubrieron manchas de sangre, incluso en el marco de una puerta, lo que plantea interrogantes sobre los acontecimientos ocurridos esa noche.
Adicionalmente, se procedió a la detención temporal de un compañero del oficial involucrado, sospechando su posible complicidad en la ocultación de pruebas. Sin embargo, este punto está aún en proceso de investigación.
El policía implicado, de 27 años de edad, ha sido acusado de «Homicidio» debido a las circunstancias en las que perdió la vida la pequeña.
Por su parte, la madre de la beba enfrentará cargos por «abandono de persona seguido de muerte», ya que las condiciones de la menor al momento del fallecimiento evidenciaban desnutrición, sarna y abandono. Además, el estado de la vivienda era precario, con ropa esparcida por el suelo y presencia de hongos.