Ari Flores, luego de haber sido el líder de Azafata, de haberse tomado un impasse con la música, buscando encontrarse con él mismo, conectando con la naturaleza, es que edita su disco “Hijo del fuego”. Dentro de este disco se encuentra “Vete de fiesta”, single que cuenta con este video que está presentando para cerrar el recorrido de este hermoso disco.
“El video acompaña el llamado viajero, el contacto con la naturaleza, y las ganas de disfrutar -pese a un mundo que tira para abajo-“señala Ari. “Un poco ese es el hilo conductor de casi todos los videos del disco. Son parte del viaje, son nuestras versiones más felices. En “Vete de Fiesta” estamos otra vez girando por el valle de Punilla, un poco en Los Cocos, un poco en Capilla del Monte.”, comenta el artista.
Sobre la locación y demás, Ari Flores, dice “Anduvimos en un parque de diversiones muy cutre que está en los Cocos, fuimos a un conocido laberinto que hay ahí, pasando el rato con nuestros sobrinos; y después son nuestras mismas andanzas. Hay imágenes de nuestro intento de hacer cima en el Uritorco. Paseamos por el centro de Capilla. Y de alguna manera se sentía como un cierre de la etapa del disco “Hijo del Fuego” el cual arrancó con su primer video “Otra Solución” ahí mismo en Capilla. Y hay unas cuantas referencias que aluden a ese primer video. Se termina una etapa, de un primer disco que de a poquito pude lograr el cometido de hacerle los 8 videos enteros. «Vete de Fiesta” me recuerda como quiero vivir. Me sirve a mí, y si le sirve a alguien más, genial!».
El disco para Ari significó “una sorpresa hermosa volver a escuchar la voz musical y las ganas de contar algo, después de apartarme 10 años. Todo fue necesario. Que colapse Azafata en 2010. Quedarme sin muchas amistades. El hastío del trabajo; la tiranía del dinero; la neurosis de la ciudad. Descubrir la permacultura, la agricultura orgánica, las ganas de vivir en un bosque. Voluntariados, cursos, viajes, construcción en barro, medicinas naturales. Búsquedas existenciales, mi paso por una secta coreana que casi me convence de que les regale mi departamento. Todo hablaba de otra cosa: naturaleza, paz, una relación humana horizontal y empática. Así transcurrieron 10 años. Conozco a Caro, mi pareja, en el 2018 cuando estaba a 2 semanas de irme a vivir a El Bolsón a un proyecto de agricultura biodinámica… no me fui. Y en 2020, cuarentena, vuelven las ganas de compartir algo musical que me brotaba muy fuerte. Hubo una primera versión acústica del disco que subí a Soundcloud, después la borre, cambié temas, conocí a Omar Miranda (el técnico que mezclo y masterizo todo el disco -y pilar en que toda mi visión salga a la luz-) y todo se dio. Se grabó casi todo en mi casa, menos el bajo, que lo grabo Lucas Drault; y todas las partes de los vientos, que tuve la suerte de que participe gente de mucho renombre como Agustín Azubel, saxofonista de Nonpalidece, y Martino Gesualdi, trombonista de Dancing Mood. Esto me parecía hermoso, e insólito, que mi arte de alguna manera se empiece a mezclar con el mundo reggae. (tocan en “Bailando esperar que salga el sol”, “otra solución”, “Vete de Fiesta” y “Mecànica de sentimiento”)”.
Sobre el disco completo el artista, ex cantante de Azafata, y actual solista, dice que “quien alguna vez escuchó Azafata, podrá notar ciertos rasgos pop en la construcción de las canciones, pero claramente me paso un tren por encima, desde el mensaje que transmiten las letras, hasta la construcción musical. Aún se pueden rastrear aires turferos o Babasonicos en la impronta, pero se me infiltraron los 10 años de retiro, de camarero, de búsqueda espiritual, de entrar en contactos con medicinas naturales, chamanismo, Manu Chao y Las Pelotas.”
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Bio del artista
*2004 Azafata- Apadrinados por Zeta Bosio, quien edita el primer disco “Rockbit”.
*2007 Azafata pasó a manos de EMI- Shows nacionales e internacionales. Como Ediciones en Latinoamérica, gira por México, Chile, Colombia – Rock al Parque Bogotá 2007.
*207/2009- Azafata es nominada como mejor Albúm Grupo Pop en los Premios Gardel.
*Los discos contaron con colaboraciones de Ale Sergi, Carca, Emmanuel Horvilleur, Emme (Mariela Vitale), Jonas (Plastilina Mosh), Alex Syntek. Tuvimos un segundo disco producido por el ex Molotov y Moderatto, Jay de la Cueva. El ingeniero de sonido fue Marco Moreno quien trabaja con Natalia Lafourcade entre otros artistas.
*2009/2010 Se separa Azfata. Ludovica (la baterista) empieza a tocar con Miranda, Fernando (el tecladista) se vuelca hacia la actuación, Juan (el bajista) hacía rato que ya no estaba en la banda, y Ari se aparta de la música.
*Durante los primeros 3 años estuvo como performer-bailarín en la Fiesta Plop (Teatro
Vorterix, Bs As), lo que lo ayudó a reemplazar el escenario musical por otro tipo de escenario.
*Luego del fin de las Fiestas Plop vuelve el “Ari camarero”, y esta vez por muchos años. Fueron 10 años de buscando en paralelo al trabajo, frenar el caballo y escuchando sus inquietudes profundas. “Empecé a sentir un agotamiento y un rechazo a vivir en la ciudad, las exigencias laborales, el generar plata y pagar, la falta de empatía, todo era una locura, y lo es. Es mucha la fuerza que tiene la gente para agarrar sus cosas y salir a trabajar todos los lunes, en contra de loque le gustaría a cada corazón, “yo no quiero eso, tiene que haber otra manera y la voy a encontrar”.
*Además vendió todos sus instrumentos. “Le puse todo a desanudar mi mente. Pasé por un montón de prácticas espirituales, Vipassana, No Dualidad, meditaciones orientales, Curso de Milagros, Yoga, crudiveganismo, chamanismo, conexión con las plantas. Comencé a hacer retiros a la naturaleza, permacultura, voluntariados, huerta. Conecte con gente y música mucho más empática a ese nuevo sentir: música folclórica, chamánica, nómade, reggae, etc. “
*Fruto de toda esa búsqueda -y estando fuera de sus planes- se volvió a encender el fuego musical. En semanas ya tenía un disco armado con las canciones completas. Consiguió los instrumentos necesarios. Contactó músicos para que lo ayuden con los vientos y el bajo. En saxo toca Agustín Azubel (saxofonista de Nonpalidece), y en el trombón Martino Gesualdi (Dancing Mood). El bajista es Lucas Drault y completa el ensamble de vientos el trompetista Rodrigo Vázquez.
“Abrazo mi libertad, comparto mi conexión con las plantas y la búsqueda profunda que nos convoca a todos, dejo de lado viejas formas que me guiaron en un pasado. No quiero nada que me falsee, “soy yo”, como dice la canción de Bomba Estéreo, y me siento bastante duende como para no tener que andar actuando.”
“Siento que estoy en algo lindo, y tiene sus tiempos, sus dificultades, no puedo apurarlo, y está bien así.
Puedo seguir identificando el legado de lo que fue mi pasado, puedo entender la lógica pop detrás de los estribillos y el armado de las canciones. Fue muy influyente en mi vida Babasonicos, Turf, Miranda, Boom Boom Kid, y tiempo después… me influyó mucho el sentir de músicas más “libres”, viajeras, músicas más directas y desnudas a mi entender: Manu Chao, Onda Vaga, Las Pelotas, músicas indígenas, el folklore argentino, la música «medicina»: Paloma del Cerro, Chancha vía circuito, etc. Y sobre todo, el legado de estos 10 años de buscarme a mí, de la conexión con la naturaleza, de voluntariar en proyectos de vida alternativos y más coherentes con mi visión de cómo quiero transitar estos años por acá. Me convoca la naturaleza, las ganas de viajar y tejer redes, la permacultura, el autodescubrimiento, todo de la mano de la música y hacia allí se intenciona mi propósito.
Me acompaña Caro Butron, mi compañera, una artista plástica hermosa y gran chamancita. Y me acompañan músicos que van variando de acuerdo al contexo y la necesidad. Son tiempos de compartir los frutos de haber transitado un camino honesto y con el corazón.
Sin tomarnos nada muy en serio… es lo que hay.”