En la localidad de Ezpeleta, una mujer de 46 años sufrió un brote psicótico en su domicilio ubicado en la calle Lavalle, entre Santiago del Estero y Comandante Carbonari. La situación escaló rápidamente cuando la mujer, hija de un exoficial de policía, se apoderó de una pistola calibre 9 milímetros tras una discusión con el padre de su hija, de quien se encuentra divorciada.
Según fuentes del caso, en medio de su crisis nerviosa, la mujer efectuó múltiples disparos que impactaron contra las paredes de la vivienda, afortunadamente sin causar daño alguno a los ocupantes presentes en el hogar. Sin embargo, posteriormente se atrincheró, cortando todo tipo de comunicación con su familia.
Las autoridades policiales de la Comisaría 6° de Ezpeleta fueron alertadas del incidente y acudieron de inmediato al lugar, acompañados por personal del SAME, Patrulla Urbana y, posteriormente, por las fuerzas tácticas del GAD (Grupo de Apoyo Departamental) y UTOI (Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas), el objetivo era lograr que la mujer abandone su actitud y garantizar la seguridad de todos los involucrados.
Después de varias horas de negociación, alrededor de las 15 horas, la mujer se entregó y fue trasladada al Hospital Iriarte de Quilmes para recibir la atención medica primaria.
El caso fue caratulado como «Abuso de Arma» y está bajo la intervención de la UFI N°5 del Departamento Judicial Quilmes, a cargo del fiscal Jorge Saizar.
Este lamentable suceso pone de manifiesto la importancia de contar con los recursos y protocolos adecuados para lidiar con situaciones de crisis de salud mental. Asimismo, destaca la labor y profesionalismo de las fuerzas policiales y de emergencia que intervinieron en el incidente, quienes trabajaron incansablemente para resolver la situación de la manera más segura y pacífica posible.
