El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el ministro de Seguridad, Sergio Berni, lideraron una ceremonia en la que se graduaron 3.492 oficiales de policía.
Se espera que estos nuevos agentes trabajen en los barrios más peligrosos del conurbano bonaerense y se destinarán en primer lugar a municipios como Esteban Echeverría, Quilmes, Florencio Varela, Avellaneda, Lomas de Zamora, La Matanza, Morón, San Martín y La Plata.
Sin embargo, esta distribución género un reclamo de varios jefes y líderes comunales. El intendente interino de Lanús, Diego Kravetz, criticó la decisión en sus redes sociales, ya que el distrito no fue incluido en el plan de refuerzo de seguridad.
Kravetz argumentó, «al parecer los vecinos de nuestra ciudad no son importantes para el Gobierno bonaerense y refuerzan a otros municipios menos al nuestro».
Que casualidad que @lanusmunicipio NO esté dentro del plan para reforzar la seguridad de @Kicillofok
Al parecer los vecinos de nuestra ciudad no son importantes para el Gobierno bonaerense y refuerzan a otros municipios menos al nuestro. Obviamente esta es una decisión… pic.twitter.com/A7E1SK4IjQ
— Diego Kravetz (@diegokravetz) 5 de mayo de 2023
«Ayer, agradecimos la llegada de los nuevos patrulleros que nos entregaron, pero hoy nos despertamos con esta decisión que es claramente discriminatoria para todos los lanusenses» añadió.
El precandidato a gobernador e intendente en licencia, Néstor Grindetti, también se sumó a las críticas, señalando que no debería haber municipios de primera o segunda categoría y que todos merecen seguridad por igual.
Otros municipios, como Hurlingham, San Miguel, Merlo y Ezeiza, también quedaron fuera de esta asignación de nuevos oficiales, lo que ha generado preocupación entre los intendentes, especialmente en un momento de aumento de la inseguridad. La situación ha sido interpretada por algunos como una decisión política en lugar de una medida basada en necesidades de seguridad.
