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Florencio Varela: Todo un equipo médico logro una operación exitosa de un bebé de 900 gramos

El equipo de cardiopatías congénitas itinerante del Hospital El Cruce (HEC) operó en el Hospital Mi Pueblo a un recién nacido que pesaba 900 gramos

 

En el marco del Programa de Cardiopatías Congénitas profesionales del HEC fueron preparados para efectuar el cierre quirúrgico del DUCTUS arterioso permeable (DAP), un problema frecuente y complejo que se presenta fundamentalmente en niños recién nacidos prematuros. En medio de la cirugía se encontraron con una nueva patología más severa para el paciente. De manera inmediata debieron resolver la situación. Una hazaña si pensamos que se trató de un bebé prematuro de 20 días de vida que pesaba solo 900 gramos.

 

En este caso el equipo encabezado por los cirujanos cardiovasculares infantiles del HEC el Dr. Iván Madeo Gómez y el Dr. Mauro Higa se trasladaron al hospital Mi Pueblo de Florencio Varela para resolver esta patología. El ductus es un canal arterial que debería cerrarse cuando el bebé pasa de la circulación fetal a la circulación y respiración fuera del útero. 

 

“La misma se realizó en el sector de neonatología del Hospital Mi pueblo donde hay un quirófano acondicionado para tal fin. Empezamos a operar al bebe de un ductus, se trata de grandes vasos que en un prematuro miden 3 o 4 milímetros se trabaja con lupas. Una vez que ingresamos se corre el pulmón y se comienza a trabajar identificando los grandes vasos una vez identificados los podemos dominar y así reducir el riesgo de lesionarlos. Cuando empezamos a disecar nos encontramos con una anatomía anómala. Nos topamos con el esófago y una arteria que cruzaba por delante y arriba de ese órgano. Ahí empezamos a dudar del diagnóstico. Era la primera vez que con el equipo nos encontrábamos con un anillo vascular de este tipo, en este caso, un doble arco aórtico que es la persistencia de un arco embrionario. Normalmente la aorta tiene un trayecto ascendente, hace un arco y desciende, en este caso lo teníamos de los dos lados y que abrazaba y comprimía la vía aérea y el esófago. Es decir una aorta posterior y anterior”, explicó el Dr. Iván Madeo.

 

En esta patología la indicación es seccionar uno de los dos arcos “y es lo que tuvimos que hacer en ese contexto con un paciente muy pequeño. Esto habitualmente se realiza en pacientes más grandes de 4 o 5 kilos. Fue muy riesgosa la operación. Fue un hallazgo”, sostuvo Iván Madeo.

Finalmente la operación fue exitosa y se prolongó por tres horas cuando habitualmente el cierre de ductus se realiza en media hora.

 

Equipo que trabajó en este caso estuvo integrado por el anestesiólogo Dr. Maximiliano Motola, los instrumentadores quirúrgicos Lic. Aldana Rivero y el Lic. Facundo Ditter y los cirujanos cardiovasculares infantiles Dres. Iván Madeo Gómez y Mauro Higa.

 

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