Todo paso ayer a la noche en las calles 43 y 31 cuando un grupo de trabajadores estaba cerrando una concesionaria al terminar la jornada, pero en la puerta fueron abordados por varios motochorros.
Alli, entre golpes y forcejeos no se imaginaron que un chofer de la linea 307 ayudaría a ahuyentara los motochorros.
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