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Quilmes: Estudiantes reconstruyen un avión que estuvo en Malvinas

Lucas escucha un motor que se prende y enseguida siente un sacudón; su piel se eriza y sus ojos se llenan de lágrimas. Ignacio observa un manual indescifrable para la mayoría de la gente y asiente con la cabeza; acaba de comprender un concepto clave para reparar un avión. Agustín y Federico contemplan embelesados una estructura enorme y prolija; luego, se abrazan con fuerza. Son chicos emocionados y son, también, algunos de los protagonistas de una gesta histórica.

No se trata de una exageración. Al contrario: lo que hacen los estudiantes de la Escuela Secundaria Técnica N° 7 de Quilmes posee una valía imposible de calcular. Una acción que no se mide en dinero porque su valor es simbólico. ¿Qué hacen estos chicos, que tienen entre 18 y 19 años? ¡Recomponen una aeronave que participó de la Guerra de Malvinas!

“Estamos recuperando un pedacito de la historia de nuestro país”, asegura Lucas, uno de los encargados de reparar el motor, y agrega entusiasmado: “Lo que más disfruto es el trabajo en equipo, con amigos que ya son hermanos de proyectos. Tuvimos un par de dificultades, pero en ningún momento dijimos ‘no vamos a poder’. Sabemos que lo vamos a poder arreglar”.

Incluso, en un par de meses será exhibido en la muestra anual de la escuela y en el evento estará presente un piloto de Malvinas que voló el avión.  

“Cuando llego a casa, no puedo dormir porque todas las noches me quedo pensando en lo que vamos a hacer y cómo vamos a llevarlo a cabo. Espero con ansias el día de la exposición porque ya quiero que todos lo disfruten, y también vean lo que logramos con mucho esfuerzo y disciplina”, expresa Ignacio, uno de los estudiantes que trabajó en el área de sistemas.

Esta aeronave histórica fue adquirida por la Fuerza Aérea Argentina en la década del sesenta; en Malvinas formó parte del Escuadrón Fénix y luego voló ininterrumpidamente hasta 2018, momento en el que sufrió un accidente en la base de Mar del Plata.

Parecía el final. El avión ya tenía más de medio siglo. Sin embargo, apareció la Técnica 7 de Quilmes y se planteó el ambicioso proyecto de repararlo. 

“Ya estamos terminando. Nos falta lijarlo y después la etapa de la pintura; estamos a un par de meses de finalizar. Fue increíble trabajar con profesores, que en vez de profesores pasaron a ser nuestros colegas. Aprendimos muchas cosas nuevas y lo que conseguimos realmente nos emociona. Ya queremos que esté pintado, prendido y que llene de alegría a toda la gente que lo vea”, afirma Agustín, uno de los encargados de recomponer su estructura.

A pesar de la satisfacción, estos estudiantes todavía no se dan cuenta lo que lograron en estos diez meses de trabajo: una caricia para la historia de nuestro país.

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