José y Valentín son compañeros de trabajo y amigos. Hace unos días ambos llegaron juntos al hospital El Cruce (HEC) en Florencio Varela, para someterse a un trasplante renal de donante vivo no relacionado.
La Dra. Silvia Dipietrantonio, jefa del servicio de trasplante renal explicó, “en Argentina está permitida a donación de órganos entre familiares hasta el cuarto grado de consanguinidad. Los amigos necesitan de una intervención judicial, como sucedió en este caso para evitar el tráfico de órganos y confirmar que la donación se efectúa en un contexto altruista”.
Según informaron desde el hospital, después de dos años el juez otorgó la autorización para que se pueda realizar la donación. Es por eso que el equipo de profesionales de trasplante renal realizó la intervención con resultados favorables tanto para José que recibió el riñón y para Valentín que fue el donante.
José desde la cama de la terapia relató, “hace cuatro años que venía haciéndome diálisis. Cuando Valentín me dijo que quería ser mi donante fue algo grandioso. Porque varias personas quisieron serlo y por distintos motivos no pudieron”.
Con Valentín se conocen hace mucho tiempo. Trabajan juntos y se hicieron muy amigos. La pandemia los unió mucho más.
“Un día me llamó Valentín y ‘me dijo quiero ser tu donante. Yo sé todo lo que implica pero estoy seguro de lo que voy a hacer’. Entonces nos juntamos y lo hablamos con mi esposa” recuerda José.
“Y bueno gracias a todo lo que hizo acá estoy. Todavía no lo puedo creer, cada día que pasa es increíble. Valentín es la persona con el corazón más grande del mundo. El amor que tiene por el ser humano es increíble. Porque el proceso para llegar al trasplante es muy largo y tuvo que dejar muchas cosas de lado. Tuvimos que pedir un permiso judicial y durante un año nos sometimos a diferentes estudios. Se lo voy a agradecer toda la vida”, manifestó José.
Así fue el reencuentro luego del trasplante. Una gran amistad. Segundas oportunidades gracias a la donación de órganos.
Vídeo: Prensa HEC
