La Comuna -a través de su Centro de Resolución Alternativa de Conflictos- inició una campaña destinada a brindar herramientas a estudiantes de primer a tercer año de la secundaria para resolver inconvenientes en el ámbito escolar mediante una primera jornada este mediodía en el establecimiento pedagógico situado en la calle 1201.
El subsecretario de Seguridad Ciudadana -Roberto Mongelos- explicó: “Fue un taller indispensable en materia de prevención o tratamiento de las conductas al observar que la pandemia modificó hábitos que evidenciaron cierta dificultad en el regreso a las aulas”. En este sentido, señaló que al detectar “comportamientos inapropiados, desplegamos estas propuestas donde incorporar conocimientos para solucionar problemas sin violencia”.
El director en la institución -José Manuel Gil- destacó la articulación con el Ejecutivo local para realizar el curso. “Vino bárbaro para mejorar la convivencia de nuestros alumnos y alumnas con presencialidad plena tras el 2020 de clases virtuales en su mayoría más un 2021 con un retorno paulatino mediante burbujas”, describió.
Posteriormente, subrayó la trascendencia de “escuchar a toda la comunidad educativa para comprender sus necesidades e inquietudes”. “Un elemento muy útil. Los y las jóvenes prestaron atención, participaron, estuvieron involucrados con todo el interés que demandaba la actividad”.
Por último, expresó su conformidad respecto a la “preocupación del gobierno comunal por brindar más estrategias a las escuelas y socializar miradas para abordar las distintas cuestiones de manera multidisciplinaria”.
Un espacio de interacción
La directora del Centro de Mediación Comunitaria -Cinthia De Cicco- afirmó el objetivo del encuentro: “Desarrollar nuevas habilidades ante cómo tratamos las acciones de descuido en el contexto escolar. Prevenir la violencia con el diálogo para resolver las diferencias”.
De Cicco estipuló avanzar con un seguimiento “con profesionales en psicopedagogía, psicología, abogacía: un equipo interdisciplinario según las necesidades y planificar intervenciones específicas para casos puntuales”.
La profesora de Literatura en tercero, cuarto, quinto y sexto año -Andrea Sayavedra- definió como “interesante e innovadora” la propuesta. “Desde que inicié mi tarea en el establecimiento, fue la primera vez que participé de una jornada con estas características. Fue un año bastante dificultoso con inconvenientes propios de la convivencia diaria que los chicos y las chicas aprendieron a solucionar. Fue muy significativo para los alumnos y las alumnas canalizar su comportamiento”, detalló.
“Trabajaron con mucha libertad, de manera lúdica. Sumaron otra perspectiva desde un lugar distinto que complementó el discurso docente. Identificaron sus problemáticas, vieron reflejadas sus actitudes positivas y negativas para potenciarlas o transformarlas en su propio beneficio”, aseguró.