El salario de los estudiantes universitarios aumenta 7% cuando se gradúan, de acuerdo al documento que analiza el impacto salarial de la graduación universitaria en el mercado laboral argentino elaborado por el Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI).
De acuerdo a la carrera elegida el impacto salarial de la graduación también varía notablemente. En las ciencias sociales este valor es de 12%, mientras que se reduce a 8% en las ciencias de la salud y a 6% en las humanidades. En ciencias aplicadas, el efecto es de 6% en mujeres pero nulo en varones, lo que llama la atención sobre posibles brechas de género en estas carreras, típicamente muy masculinizadas.
También influye el sector productivo en que se inserte el trabajador. El sector minero-hidrocarburífero es el que mejor recompensa los títulos universitarios (14%), seguido por la industria manufacturera (10%) y los servicios profesionales (8%). En algunos sectores pequeños, como cultura o servicios inmobiliarios, no hay evidencia de un efecto salarial de la graduación.
El documento “El valor económico de las credenciales universitarias” se llevó a cabo a partir de información de la Secretaría de Políticas Universitarias y el Sistema Integrado Previsional Argentino, que permitió construir una base de datos de casi 200.000 egresados/as de carreras universitarias de grado, de universidades públicas y privadas argentinas entre 2016 y 2018. El trabajo explica que este resultado debe ser entendido como un “valor credencial”, ya que el título ofrece al mercado laboral información sobre habilidades y esa información tiene valor económico, que se traduce en mayor salario.
El impacto del “valor credencial” varía por género, edad, carrera y sector productivo. El efecto es mucho más alto para trabajadores jóvenes (hasta 15% en los menores de 25), que son quienes más pueden beneficiarse de la obtención de un título que brinde esa información a potenciales empleadores. En cambio, trabajadores de mayor edad, que probablemente ya se han insertado en el mercado de trabajo por otras vías no necesariamente vinculadas a la educación formal, experimentan cambios pequeños en su salario al graduarse (en mayores de 35, el efecto es casi cero).
El 30% de la prima por título universitario es explicada por trabajadores que cambian de empleo en el año posterior a la graduación universitaria. El 70% de esos cambios ocurre al interior de un mismo sector productivo, lo que indica que los trabajadores generalmente buscan puestos más calificados o mejor remunerados pero al interior del mismo sector, de modo de aprovechar las habilidades y el know-how ya adquirido.