Alojamientos, actividades recreativas y gastronomía son algunas de las atracciones que ofrecen los emprendimientos con los que trabaja el INTA en la Red de Turismo Rural. Buscan revalorizar la producción artesanal, brindar servicio de calidad y establecer contacto directo con los recursos naturales y culturales de una región.
Viajar es una de las sensaciones más agradables, mejora nuestro estado de ánimo y nos conecta con el entorno. El turismo rural ofrece variedad de ofertas, es una oportunidad para estar en contacto directo con la naturaleza, es de bajo impacto ambiental y es una oportunidad para conocer la historia que hay detrás de cada pueblo.
El INTA acompaña el desarrollo del turismo rural como una estrategia de diversificación de actividades y de ingresos para las familias y comunidades rurales. La red está constituida por diez grupos con más de 90 familias de productores y prestadores de servicios.
“La Red de Turismo Rural de la Provincia de Buenos Aires es la unión de pequeños y medianos productores agropecuarios y prestadores de servicios que ofrecen diferentes propuestas atendidas por sus propios dueños”, resaltó Julieta Colonnella, coordinadora de la Red de Turismo Rural de Buenos Aires y agente Regional de Proyectos de Turismo Rural en el INTA Coronel Suárez.
Estas experiencias enlazan la producción artesanal, el agregado de valor y la valorización de los recursos naturales y culturales para ofrecer servicios de hotelería, gastronomía y actividades recreativas.
En la actualidad, existen 23 grupos de Cambio Rural de Turismo Rural y 52 experiencias acompañadas por INTA. Uno de los objetivos del turismo rural, como estrategia de desarrollo territorial, apunta a la inclusión de mujeres, jóvenes y comunidades de pueblos originarios y campesinas, que brindan la posibilidad de empleo y de poner en práctica sus saberes y oficios.
“Acompañamos a través de la gestión de capacitaciones específicas: alimentación celíaca, RCP, primeros auxilios, atención al turista, canales de comercialización, trabajo en equipo, trabajo cooperativo, habilitaciones bromatológicas”, indicó Silvana Samartino, asistente de transferencia y extensión del INTA.
Las propuestas generadas desde los establecimientos abarcan diferentes rubros de servicios como alojamiento, gastronomía, actividades recreacionales en diferentes modalidades y productos regionales. “La incorporación del turismo rural como estrategia de diversificación desarrollada a través del trabajo en red, favorece los resultados económicos logrados individualmente por sus integrantes”, agregó Samartino.