Las Casas de Cultura del Municipio de San Isidro se renuevan para adecuarse a los nuevos desafíos que plantean estos tiempos de pandemia. En ese sentido, habrá más de un centenar de cursos que se brindarán en dos modalidades: online y presencial.
La inscripción para los cursos virtuales ya está abierta y las clases comenzarán en marzo, mientras que en forma presencial los cupos se abrirán el 1 de marzo y las clases en abril, siempre sujeto al estado de la situación sanitaria. En ambos casos, las inscripciones podrán hacerse cara a cara, como es habitual, y también, en una modalidad de estreno este año, en forma remota desde cualquier computadora o teléfono móvil en la página web municipal.
“Los vecinos se encontrarán con casas totalmente renovadas, con más metros y tecnología, espacios rediseñados y una potente oferta online que cobró mucha fuerza en 2020 por la pandemia. Propuestas virtuales que se suman a los tradicionales talleres presenciales y profundizaremos este año con actividades muy relacionados con la informática y la tecnología, pensando sobre todo en posibles salidas laborales y en acompañar a nuestra gente en los nuevos desafíos de este tiempo”, explicó Eleonora Jaureguiberry, subsecretaria general de Cultura de San Isidro.
El costo de los cursos y talleres es de $1200 por mes con una matrícula de 200 pesos. Los pagos mensuales de las actividades podrán concretarse con dinero en efectivo y además, como novedad en este año, por transferencia bancaria o por Mercado Pago.
Para ir anotando, habrá Armado de material para clase o reunión virtual, Armado de plataformas y páginas para trabajar online y dar clases, Publicidad para redes, Fotografías de productos para redes, Edición de fotos y videos, Internet y redes sociales, Office con salida laboral, Diseño sustentable, Estampado textil, Moldería industrial, Planificación de comida familiar, Cómo reforzar el sistema inmunológico a partir de la alimentación, Huerta ecológica y Jardinería básica, entre muchos otros.
Pensando en la vuelta a lo presencial, la estrategia se basó en concentrar la oferta en las Casas, coordinadas por Luciana María Hernández, con espacio suficiente para el desarrollo de los cursos cara a cara. Por tal motivo, la Casa de la Cultura de Beccar incorporó la planta baja del edificio que ocupa en Av. Centenario 1891 para albergar a los alumnos de las Casas de Acassuso y San Isidro, cuyas sedes cerraron ya que no tenían los metros suficientes para el correcto desarrollo de la actividad presencial.
A su vez, por igual razón, la Casa de Villa Adelina ya dejó su habitual edificio y pronto se dará a conocer la nueva sede. Por su parte, las dos Casas de Martínez (Monseñor Larumbe 762 y Saavedra 1710) y la de Boulogne (Av. Avelino Rolón 2315) recibirán a los vecinos en sus tradicionales sedes, pero con espacios y ofertas renovadas.
“Este año apuntamos a que las Casas profundicen el diálogo con sus comunidades, se conviertan en sitios de fuerte identidad local, y en generadoras de conocimiento y encuentro, más allá de sus tradicionales cursos. Casas de puertas muy abiertas para generar y canalizar propuestas participativas, abiertas y gratuitas de sus comunidades, porque si hay algo que nos encanta es que los vecinos sigan apropiándose de ellas, y que las habiten con entusiasmo y creatividad”, concluyó la funcionaria.
