A raíz de arduas tareas de inteligencia criminal llevadas a cabo por la Policía Federal Argentina para combatir la Mafia China, el personal de la fuerza obtuvo el dato de que un dueño de un supermercado de la provincia de Buenos Aires estaría siendo extorsionado. En un operativo de película, la PFA interceptó y arrestó a los tres imputados en las inmediaciones de una estación de servicio.
Los efectivos de la División Investigación Antifraude de la Policía Federal, obtuvieron el dato que un titular de un supermercado había sido amenazado y extorsionado.
Una vez en contacto con la víctima, se tomó conocimiento de que éste estaba llevando a cabo las negociaciones para pagar el dinero exigido por los delincuentes. La Policía Federal Argentina le recomendó realizar una entrega vigilada de la plata.
Se acordó la reunión en una estación de servicio en una localidad de la provincia de Buenos Aires. Un equipo de policías encubiertos se ubicaron dentro del café del comercio, donde se haría el intercambio, y otros recorrían las inmediaciones del lugar.
Al paso de unas horas, un hombre ingresó al local. Hablando constantemente por teléfono, le ordenó a la víctima a salir del lugar y recibir el dinero en el exterior. La víctima dudó por unos segundos, los suficientes para que el involucrado confirmara sus sospechas. Salió corriendo al auto en el que había llegado y se subió a éste al grito de “hay policías, hay policías”.
El intento de fuga fue frustrado al instante. El personal encubierto en los alrededores de la estación de servicio logró interrumpir el vehículo antes de que se escapara. Dentro de él, tres personas, que resultaron detenidas.
Con presencia de testigos hábiles y a solicitud del magistrado actuante, se requisó el vehículo, donde se incautaron teléfonos celulares, documentación y el mismo rodado.