En la Unidad 8 de Los Hornos, 18 internas mujeres, alojadas en población común, participaron de un taller tratamental no formal de confección de pelotas de trapo. La actividad las agrupó dos veces por semana, durante más de un mes y medio, y estuvo gestionada por la Subdirección de Asistencia y Tratamiento, a cargo de Zulma Peñaloza.
“La intención es trasmitir que, con pocos recursos, se pueden generar gestos de amor. Los juguetes hechos a mano, a diferencia de los industrializados, tienen algo muy especial, ya que llevan la huella de quien los hizo”, dijo Ana Suárez, responsable del área de Tratamiento del penal que dirige Norma Díaz.
El espacio fue totalmente creativo. Allí cada una de las privadas de la libertad pudo poner su impronta en la confección de las pelotas, eligiendo los colores, las texturas, la forma de unir los hexágonos, proyectando la imaginación en el niño que será el destinatario del obsequio.
Adriana, una de las internas que participó del taller, con su aguja e hilo, entre puntadas e ilusiones, recordó la frase de una canción española y dijo «no todo se compra, ni todo se vende. A veces, no se necesita de dinero para entregar un regalo y generar una sonrisa».
Cada pelota de trapo es única y tiene valor en sí misma, como cada uno de los niños que va a recibirla y a jugar con ella. Los balones mejoran en los pequeños el equilibrio y la coordinación motora, potencian la fuerza y colaboran en el aprendizaje de conceptos espaciales.
Los talleres tratamentales destinados a explorar y potenciar las habilidades de las internas tienen múltiples resultados debido a que promueven la creatividad, la expresividad, generando sentimientos de solidaridad y de pensar en el otro como sujeto íntegro, digno de amor y respeto.
