Icono del sitio Inforbano

Florencio Varela: Convirtieron su salon en una fabrica de juguetes

Dejaron la niñez hace poco tiempo, pero aún tienen viva en su memoria la imaginación del juego y la fantasía que un juguete puede provocar. Desde el aula de su escuela del Gran Buenos Aires proyectan, construyen y pintan rompecabezas, trenes de madera y hasta una casita para muñecas que luego donarán a los que más los necesiten. Son alumnos que aprenden la mejor lección de su vida: cómo ser solidarios.

La improvisada fábrica de juguete nació en las aulas de la Secundaria 34 de Florencio Varela, cuando un grupo de chicos encontró trozos de maderas que una carpintería había descartado en un terreno baldío. A partí de allí, el ingenio se mezcló con la generosidad y permitió combinar las horas de Matemática, Lengua y Ciencias con esta nueva actividad.

Los encargados de la tarea son los estudiantes de primero, segundo y tercer año que tienen entre 12 y 16 años, a cargo de la directora Noemí Cerrano y de los docentes de la escuela del barrio Presidente Sarmiento.

Con mucha creatividad y ganas de ver los juguetes terminados, los chicos emprendieron el arduo trabajo de cortar, dar forma y color a distintas propuestas didácticas. Cuando las horas de clase no alcanzan para desarrollar la tarea, se juntan en alguna casa o se quedan después de hora para terminar los objetos que ellos inventaron.

El objetivo de semejante producción artesanal es poder donar los juguetes a las instituciones de la zona que asistan a chicos necesitados.

Salir de la versión móvil