Por Patricia Davila
Un grupo de mujeres de la localidad de Canning, en el partido de Ezeiza, hace ya dos años decidió unirse para combinar en una mezcla perfecta; el amor de mamá con la solidaridad hacia la comunidad.
Entre las horas laborales, la familia y el tiempo personal, las «Mamis Solidarias» nacieron con la firme vocación de ayudar al prójimo, más precisamente a aquellos niños con esa caricia extra ante un mar de necesidades.
La historia de estas mujeres bonaerenses se empezó a escribir cuando una escuelita rural del barrio de Carlos Spegazzini fue la receptora de la dedicación y la solidaridad del grupo, en el que recibió desde materiales hasta se pudo lograr el asfalto en una calle de difícil de acceso.
En una breve semblanza de MS, Macarena, una de sus integrante relató «somos un grupo de 13 mujeres, que ahora somos amigas pero cuando empezamos no nos conocíamos, nos unió mucho las ganas de ayudar, y trabajamos con distintas obras, en este momento estamos ayudando a dos merenderos, uno en el Barrio El Tala de Ezeiza, y a otro en el Barrio 9 de abril, en Esteban Echeverria, después tenemos un amigo que se llama Víctor que tiene 13 años que tiene una enfermedad y estamos ayudando a él y a su familia, después estamos ayudando a una nena que tiene 15 años y tiene parálisis cerebral».
Como una linda coincidencia del destino, al momento de crearse el grupo cada una de ellas compartía el gran oficio de la vida «cuando empezó todo vimos que cada una de nosotras compartíamos que éramos mamá y llego el momento de crear el nombre, teníamos que tener el nombre para empezar a estar presentes en las redes sociales, y con todo esto, sumado que ayudaríamos a los nenes nos pusimos mamis solidarias» destacó Macarena.
Con respecto a la distribución del tiempo, el trabajo de cada una, la solidaridad y la presencia en el hogar no fueron inconvenientes para las mamis solidarias, que son acompañadas por sus familias, «con los tiempos nos vamos acomodando, nos ayudan nuestros maridos, nuestros hijos, nos sentimos apoyados,y están con nosotros muchos de nuestros familiares, por ejemplo clasificando juguetes para donar, saben de nuestra labor, el amor y la responsabilidad que le ponemos» enfatizo la integrante de MS.
Entre la zumba solidaria, talleres en los comedores barriales, colectas y más, las tareas no cesan y el grupo va cada día por mas. Es por eso que estos últimos días arribaron a las aldeas Ivoty Okara y Morambi en la provincia de Misiones, en el que las donaciones y la vocación de estas mujeres logró una comunión donde su «poquito es mucho» lleno de donaciones y alegría a la población.
«Además, queremos llevar un mensaje de superación, y lo que siempre les decimos a las mamás que están en el merendero que no se conformen con solo ir al merendero, que la escuela para sus nenes es una gran oportunidad, que ellos estudien, que se puedan formar, que la educación es muy importante para el día de mañana puedan desarrollarse a pleno en este mundo» puntualizó Macarena.
Esta historia se sigue escribiendo en las grandes páginas del libro de la solidaridad, por eso el grupo invito a los lectores a sumarse a las redes sociales, donde allí exponen sus tareas y las necesidades que van surgiendo, en el que la mano de toda la comunidad puede hacer crecer la ayuda ante alguna carencia a cubrir, con un niño y su familia que la realidad golpeó con su cara más fuerte, pero el amor de un conjunto de madres traspaso un hogar y llego a miles.
Redes sociales
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