El vitiligo es una enfermedad adquirida, no contagiosa y crónica cuya evolución no puede predecirse y que tiene como consecuencia la aparición de manchas blancas en la piel por destrucción de las células que producen la pigmentación (melanocitos).
Al conmemorarse hoy el Dí Mundial de la enfermedad, los especialistas indicaron que el vitilogo puede presentarse a cualquier edad, con mayor incidencia entre los 10 y 30 años y si bien afecta a mujeres y hombres hay estudios que hablan de una ligera prevalencia en el sexo femenino.
«El 2% de la población mundial tiene vitíligo. En muchos casos se presenta asociada a enfermedades autoinmunes y endocrinológicas (sobre todo de tipo tiroideas) y, en ocasiones, vinculada a factores emocionales y situaciones de estrés», explicó la dermatóloga Mariana de los Ríos, del staff del equipo de CRENYF.
Según un reciente consenso internacional, «el vitiligo puede ser clasificado en dos formas: vitiligo no segmentario, desorden de pigmentación crónico, adquirido, caracterizado por máculas y parches blancos, frecuentemente simétricos, que generalmente aumentan progresivamente de tamaño y vitiligo segmentario que afecta parcial o totalmente un segmento cutáneo».
En ese sentido, De los Ríos indicó que los pacientes con vitiligo «presentan manchas, generalmente múltiples, de distinto tamaño y distribución que aparecen más frecuentemente en las áreas de mayor pigmentación y exposición al roce como puede ser la cara, axilas, mucosas (labios, genitales y encías), manos pies, codos, tobillos y rodillas».
«Se trata de una enfermedad que tiende a progresar y que, sólo en un bajo porcentaje, produce una re-pigmentación espontánea, sobre todo en niños», comentó la dermatóloga.
La especialista dijo que al no conocerse una causa específica y tratarse, «por el contrario, de una enfermedad asociada a múltiples factores: genéticos, emocionales y/o ambientales, plantea un gran desafío para el médico al momento del diagnóstico, tratamiento y acompañamiento del paciente». .
–Relación con enfermedades tiroideas– .
Existe un elevado porcentaje de los pacientes con vitiligo que ha mostrado un aumento en la incidencia de enfermedades autoinmunes y endocrinológicas, en especial tiroideas (en particular hipotiroidismo).
Por esto, ante la menor duda, es fundamental recurrir a un especialista que pueda diagnosticar y tratar los desórdenes tiroideos.
«El vitiligo no es una enfermedad que represente riesgo de vida pero sí afecta la normal socialización de los pacientes que, en muchos casos, se sienten discriminados, observados, excluídos. Es por esto que, trabajar con un equipo multidisciplinario de dermatología, endocrinología y acompañamiento emocional, es recomendable al momento de encarar el tratamiento», comentó De los Ríos.
En cuanto al tratamiento, la dermatóloga señaló que «un examen clínico completo y la consulta con el médico especialista, son los primeros pasos a fin de buscar la mejor alternativa de tratamiento para estabilizar la despigmentación y lograr recuperar el pigmento en las lesiones que presente el paciente».
Y añadió que «en la actualidad, los corticoides tópicos, los inhibidores de la calcineurina y la fototerapia son las opciones más utilizadas como tratamiento y con las que se tiene mayor experiencia, teniendo mejor eficacia clínica en las fases activas del vitíligo».
«Es fundamental, además, comprender la importancia de cuidar la piel del sol todos los días del año con un factor solar mínimo de 30 entendiendo que, quienes poseen vitiligo, tienen más posibilidades de sufrir quemaduras solares en las zonas despigmentadas», enfatizó.
La especialista aseguró que los objetivos del tratamiento son » estabilizar el proceso de despigmentación; lograr la recuperación del pigmento en las lesiones y obtener resultados cosméticamente aceptables».
«La mayoría de los tratamientos no quirúrgicos son de naturaleza inmunosupresora, inmunomoduladora y estimulantes de la producción de melanina. Requieren de su empleo prolongado para alcanzar resultados razonables», dijo.
Finalmente, la deramtóloga concluyó que «un diagnóstico y tratamiento temprano puede ser de gran utilidad para contener esta enfermedad» y agregó que «la consulta con un especialista confiable para informarse es de suma importancia».
NA