Un grupo de víctimas de delitos penales se juntaron ayer para visitar y mantener un encuentro con personas privadas de libertad en la Unidad 1 de Olmos, ubicada en las afueras de La Plata.
El inusual mitin ocurrió en la cárcel más poblada del país, donde personas que sufrieron hechos de inseguridad se acercaron para mantener una charla grupal con detenidos.
Los internos tenían un denominador común: todos son estudiantes universitarios, y a algunos los llevaron desde otros penales, como la Unidad 8 y 33 Los Hornos, 9 La Plata y 31 Florencio Varela.
Los visitantes pertenecen al espacio “Víctimas por la Paz” de la ONG Pensamiento Penal, que preside el juez de Necochea, Mario Juliano.
Uno de los damnificados de la delincuencia que participó del encuentro fue Sergio Nuñez, oriundo de Tandil, quien buscó a los integrantes de una patota que atacó a su hijo adolescente el año pasado, pero no para vengarse sino para mostrarles que otro futuro era posible. Con ese fin inauguró en el fondo de su casa una “Bicicleteria solidaria” en la que hoy trabajan juntos su hijo y sus victimarios.
Similar es el caso de Sandra Ajargo. A pesar de que su hijo fue asesinado en 2011, ella destacó “siempre pensé que así como yo sufrí las familias de las personas que mataron a mi hijo también sufrirían. A mí me gustaría que los internos puedan mejorar”. En ese punto coincidió con Ricardo, uno de los internos presentes quién reflexionó sobre el hecho de que “la víctima y el victimario se encuentran en un punto, que es el dolor, eso marca un punto de inflexión en cualquier persona”.
Este no es el primer encuentro de este tipo que se realiza en una unidad bonaerense, ya que anteriormente integrantes de la ONG se entrevistaron con internos de la Unidad 15 de Batán en una experiencia que describieron como “muy movilizadora”.
Mario Juliano quien es Juez del Tribunal en lo Criminal 1 de Necochea y mentor de la fundación “Pensamiento penal”, explicó que “Víctimas por la paz” nació de la observación de ver en qué forma personas que sufrieron episodios de violencia no respondían al estereotipo de persona que solicita mano dura sino que ellos entienden que el modo de afrontar esta situación es con la pacificación a través de los canales de la convivencia, sin que esto implique obviar los mecanismos de la justicia”.
Bajo una misma óptica se expresó Sebastián Pereiro, Subsecretario de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, el que manifestó que “se busca tomar a todas las personas como sujetos de derecho, tanto la víctima como el victimario. Es uno de todos los pasos que se van a dar para que se escuchen entre ambas partes, ya que no hay una batalla sino que hay que buscar la conciliación social”. A su vez el Subsecretario subrayó que “el Servicio Penitenciario Bonaerense prestó colaboración desde un primer momento”.
Por su parte, Esteban, interno que estudia historia en la Universidad Nacional de La Plata, destacó el espacio que se les dio para expresarse, y la posibilidad que se les brinda a los privados de su libertad de estudiar. En el mismo sentido se expresó Pablo, interno que cursa la carrera de sociología: “este tipo de encuentros nos emociona mucho. Es importante saber que somos parte de la sociedad y que hay un Estado que invierte en nosotros y en que podamos demostrar que aún estando privados de nuestra libertad somos capaces de mejorar”.