La Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR) aprobó ayer una resolución que le otorga más facultades para controlar los residuos industriales que se vuelcan en el Río de la Plata.
El organismo nacional explicó que con esta nueva normativa se logrará controlar «no solo la calidad de lo que las industrias vierten, sino también el caudal de los mismos».
«El fin es garantizar que los cursos de agua puedan recibir esa carga másica sin sufrir deterioros que implican un perjuicio para el ambiente y la vida de los ciudadanos y de las futuras generaciones», detalló un comunicado oficial.
El ente, creado en 2006 con el objetivo de elaborar mecanismos para sanear el riachuelo, agregó que con esta Resolución consiguió «la herramienta que necesita para reducir las cargas contaminantes que diariamente llegan» a la cuenca.
ACUMAR resaltó además que, si bien ya tenían facultades para controlar lo que las empresas vertían en el río, ese poder no era «efectivo» para regular la cantidad de «carga contaminante» que descargaban en el agua.
A partir de ahora, la entidad tendrá la autoridad para implementar «en etapas» una serie de nuevas exigencias que podrá imponerle a las compañías que liberen sus residuos en el riachuelo.
«Estamos enfrentando el desafío de transformar lo que alguna vez se llamó ´el ícono de la contaminación´, y lo estamos haciendo con acciones concretas que nos permitan resolver los problemas de la cuenca hoy, pero pensando en el mañana, de ahí la importancia de esta actualización normativa», explicó al respecto la Presidente de ACUMAR, Gladys Gonzalez.
NA