El líder del Frente Renovador, Sergio Massa, volvió ayer a diferenciarse del kirchnerismo, al que acusó de representar una «oposición violenta» cuya «lógica» se vio reflejada durante los disturbios que se registraron en el cierre del acto de la CGT.
«Creo que en la Argentina hay dos oposiciones: una inteligente, que nos toca liderar, que le pone límites al gobierno y otra oposición violenta que se dedica a ver cómo destruye. Cuanto mejor peor. Esa es la lógica del kirchnerismo que se vio ayer», analizó el diputado.
Tras descargar munición gruesa contra el kirchnerismo, el tigrense le apuntó al Gobierno, al que le sugirió «limpiarse los oídos y escuchar que a la gente la plata no le alcanza y que se están perdieron puestos de trabajo».
«El Gobierno se equivoca el rumbo porque la gente cada vez tiene menos en el bolsillo y no se puede reactivar el consumo. Miran con mucho interés a los ricos y ponen último en la agenda al laburante», agregó Massa, que llegó a a la exposición rural escoltado por Felipe Solá, Roberto y Marcos Lavagna y otros referentes del Frente Renovador.
Según anunció, la semana que viene citarán a los referentes de las centrales obreras para acordar una estrategia parlamentaria que refuerce la reivindicación gremial.
«La CGT fue convocante de miles y miles de argentinos que sienten que el rumbo económico va mal. Nosotros tenemos la obligación de convocar al diálogo. La semana que viene vamos a invitar a las centrales», anticipó.
En otro orden, Massa pidió bajar la «presión impositiva» del Estado sobre el campo para apuntalar el crecimiento del sector primario.
«Necesitamos bajar la presión impositiva del Estado nacional y de las provincias, ya que el peso del Estado en la economía es muy alto. El campo pudo reactivarse a partir de la disminución de las retenciones», opinó.
