La procuradora general de la Provincia de Buenos Aires confirmó ayer que en diciembre próximo renunciará al cargo y ganaba fuerza el nombre del secretario Legal y Técnico de la Gobernación bonaerense, Julio Conte Grand, para reemplazarla.
Falbo, que ocupa el cargo hace 12 años, le comunicó la noticia este jueves a un grupo de fiscales generales, aunque la información se filtró rápidamente a través de las paredes de la reunión y fue confirmada finalmente luego por la procuradora.
«Yo entendía que debía comunicársela antes al personal con el que trabajo: fiscales, defensores y a la gobernadora María Eugenia Vidal», se lamentó Falbo, que ratificó así la información que ya circulaba en los medios de comunicación desde media tarde.
Justamente, en el encuentro que mantuvo con el Consejo de Fiscales Federales Falbo había señalado que su trámite jubilatorio estaba casi listo y que su retiro de la función pública era inminente: su salida es avalada por el Gobierno de Vidal, ya que desde la llegada de Cambiemos al Poder Ejecutivo la figura de la procuradora fue motivo de cuestionamientos.
Para reemplazarla era mencionado con fuerza el nombre de Conte Grand, un hombre de extrema confianza de Vidal, quien para asumir necesitará el acuerdo de la legislatura bonaerense, confirmaron fuentes oficiales a NA.
La Procuradora había dado inicio a mediados de agosto pasado a su trámite jubilatorio y disparado entonces versiones sobre su salida del cargo: la decisión de la jefa de los fiscales y defensores oficiales se produjo luego de un extenso desencuentro con las actuales autoridades del Gobierno que encabeza Vidal.
Falbo presentó un escrito en el que demostró que estaba en condiciones de jubilarse y, por ende, de dejar el cargo que ocupa desde el 11 de agosto de 2004, en tiempos en que la provincia era gobernada por el actual diputado nacional Felipe Solá, cuando reemplazó a Eduardo Matías de la Cruz tras su fallecimiento.
La abogada y exdiputada nacional del PJ contó con apoyos importantes del peronismo bonaerense y, de hecho, su promoción fue respaldada por quien ocupaba el cargo de Presidente de la Nación por aquellos días, Eduardo Duhalde.
Pero su condición de vecina de Quilmes y el haber militado con otro hombre fuerte del peronismo del sur del conurbano e influyente dirigente durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, Aníbal Fernández, le generó inconvenientes desde el primer día con los representantes de Cambiemos.
Durante todo 2016 la jefa de fiscales fue cuestionada por la diputada nacional Elisa Carrió, que la vinculó con la protección a narcos al mantener en su cargo al fiscal de San Isidro Julio Novo, señalado por su defectuoso accionar en la causa por el doble crimen del Unicenter Shopping, donde dos ciudadanos colombianos fueron asesinados a tiros.
Además, Falbo estaba en la mira de un grupo de abogados que la denunció por digitar cargos para cubrir puestos en la Policía Judicial, un cuerpo de investigadores que no pudo ser conformado en todos los Departamentos Judiciales de la provincia.
Los cuestionamientos y las irregularidades en el proceso de evaluación y selección de los efectivos provocaron una demanda colectiva que tomó curso en contra de Falbo y el presidente del Jurado Evaluador, León Carlos Arslanian, otro exfuncionario provincial vinculado a las mismas fuentes de poder que la jefa de fiscales.
Las recientes declaraciones públicas del actual ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, tal vez fueron reveladoras del sentimiento que anidaba en el corazón del poder político provincial: «Falbo ya tiene un ciclo cumplido», sostuvo.
Al igual que a nivel nacional, el cargo Procurador General de la Corte es vitalicio y sólo puede ser reemplazado por decisión personal del funcionario, o por juicio político ante la presunción de alguna irregularidad, proceso que se tramita en la Legislatura provincial, al igual que su eventual reemplazo en caso de que deje el cargo.
NA
