El hombre, quien será indagado durante las próximas horas, quedó seriamente comprometido luego de que, entre otras pruebas, fueran hallados en su auto varios elementos que la hija de la víctima identificó como pertenencias de su madre.
El cuerpo de Micaela Lorena Elías (36), quien trabajaba como mesera en un pub, fue hallado ayer alrededor de las 8.30, cuando un llamado al 911 denunció que había un cadáver tirado en unos pastizales junto al cruce de 970 y ruta 36, en la localidad de Bosques, de Florencio Varela.
La mujer había sido estrangulada con su propia chalina, que tenía anudada en la parte trasera del cuello, y tenía signos de haber recibido varios golpes en la cabeza y en otras partes del cuerpo.
Como Elías tenía colocados varios anillos y otras pertenencias, los policías descartaron que se tratara de un crimen en contexto de un robo y, por las características de sus heridas, comenzaron a trabajar con la hipótesis de que podía tratarse de un asesinato cometido por razones personales.
En tanto los investigadores identificaron en su campera el logo de un pub del centro de Florencio Varela, llamado “Rojo Bar”, y fueron hasta el lugar.
Allí confirmaron que la víctima era empleada del lugar y obtuvieron el dato acerca de un chofer que trabajaba en la remisería contigua al local, quien supuestamente estaba “obsesionado” con ella.
Se trataba de un hombre llamado Héctor Fernando Velázquez (61), quien al ser entrevistado por las autoridades, dijo que hacía más de un mes que no veía a Elías.
Sin embargo, al revisar su auto Renault 12 celeste oscuro descubrieron un anillo de mujer y un pañuelo de colores blanco y rosado que, luego, la hija adolescente de Elías identificó como de su madre.
De acuerdo con el relato de las fuentes, varios testigos desmintieron a Velázquez y aseguraron que el remisero afirmaba que tenía una relación con la víctima a espaldas de su esposa, describieron que tenía una “fijación” con ella y que en varias oportunidades había asegurado “que no la iba a perder”.
Luego, los pesquisas obtuvieron el relato de dos testigos de identidad reservada que dijeron haber visto en Bosques el momento en el que un hombre bajaba de un auto como el suyo y arrojaba un bulto al costado de la ruta.
Las huellas que imprimieron los neumáticos de ese auto en el terreno también son coincidentes con los del Renault 12 de Velázquez, agregaron los informantes.
Por otra parte, los pesquisas detectaron que ese mismo vehículo acababa de ser lavado con lavandina en un aparente intento del hombre detenido para borrar rastros, aunque los peritos pudieron obtener varios cabellos largos que ahora deberán ser cotejados con el perfil genético de Micaela.
Con todos los elementos reunidos, la policía detuvo al remisero y lo dejó a disposición de la titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 descentralizada de Florencio Varela, Gisela Olszaniecki, quien lo indagará durante las próximas horas.
La principal hipótesis de la investigación es que ayer por la mañana el remisero pasó a buscar con su auto a Micaela, que en algún punto del trayecto comenzaron a discutir y que el hombre la golpeó, la ahorcó con la chalina y luego descartó el cadáver.
La víctima no tenía su teléfono celular consigo y el acusado dijo a la policía que había perdido el suyo, por lo que los pesquisas creían hoy que Velázquez se había deshecho de los dos aparatos para que no se hallaran las pruebas de su vínculo.
