No es en vano que esta cooperativa de trabajo se llame «Fenix», una metalurgica que se dedica a insumos sanitarios que luego de ser «vaciada» por los los primeros dueños, fue recuperada a fuerza de lucha gracias a los trabajadores.
En tiempos donde las noticias de paro, desocupación y tarifazos recorren todos los medios de comunicación, ellos cada día ponen en valor la oportunidad que tuvieron de resurgir de las cenizas convirtiendo una empresa quebrada en el 2001 a una fuente de trabajo genuina.
«Eramos todos gente grande y no sabíamos donde íbamos a ir, después de los que nos paso, salio la oportunidad de hacer la cooperativa y empezamos a trabajar nosotros, donde los primeros dos años fueron muy duros y nos llevábamos 200 pesos por semana solo, fue difícil pero seguimos adelante» explicó Jorge, presidente de la cooperativa.
Siguiendo el sueño, contra viento y marea, los 12 trabajadores que eran en su fase inicial, hoy son 9 que siguen adelante dandole vida a la cooperativa. Con respecto a estos últimos tiempos, Jorge destacó «si sigue entrando importado a nuestro futuro lo vemos negro (…) nosotros tenemos un invento de la empresa, un flotante, es nuestro caballito de batalla, nuestro invento que nos mantiene aun».
Tratando de hacerle frente a los tarifazos, hoy en día la cooperativa trata de sobrevivir, «tenemos el orgullo de hacerlo todo nosotros, como podemos, pero lo hacemos nosotros» concluyó Jorge, que con sus compañeros cargan en sus manos no solo los insumos sanitarios, sino la responsabilidad de llevar adelante una empresa, una fabrica que les devuelve la posibilidad de creer que la patria esta en nosotros mismos.
Fotos de Ezequiel Peralta
