Luego de la edición pop-funk del #DataFestival #2, el jazz vuelve a tomar protagonismo en esta gran propuesta.
Esta vez contaremos con Javier Malosetti 4tet y completando el line Up: Román y El Jardín de Ordóñez, dos bandas que ya han sido parte del line up de la noche inaugural del festival.
Se presentaran el sábado 27 de julio en Ciudad Cultural Konex en la trasnoche.
MALOSETTI 4TET
El reconocido músico y compositor Javier Malosetti se presenta con este cuarteto que se completa con tres nóveles músicos de primera categoría en la escena del Jazz argentino. Grandes amigos y colaboradores en numerosos trabajos de Javier, ellos son: Hernán Jacinto en teclados, Ramiro Flores en saxos y Tomás Sainz en batería.
El debut de esta banda tuvo lugar nada menos que en la monumental sala sinfónica del Centro Cultural Kirchner a mediados de abril, auspicioso inicio de actividades para este explosivo nuevo proyecto.
El repertorio que MALOSETTI 4TET aborda, se compone de música original del propio Malosetti, selecciones de sus discos y nuevo material concebido para este formato, mas reversiones de música del mundo.
ROMAN
El grupo formado en 2012 por Sebastián Lans (guitarra), Ezequiel Cantero (guitarra), Martín Varela (bajo) y Tomás Sainz (batería) se distingue por sus originales composiciones instrumentales orientadas al Funk y la fusión de forma popular.
Su primer trabajo discográfico editado en el año 2015 fue grabado en Estudio Santito. En él participaron como invitados Edu Giardina, Sergio Wagner, Wayne Krantz, Francisco Fattoruso, Ramiro Flores y Javier Malosetti, entre otros
EL JARDIN DE ORDOÑEZ
Viendo la formación del grupo de Ramiro Flores, ya intuimos que algo “raro” pasa: acompañando a Ramiro Flores, que toca saxo alto y por momentos el piano, tenemos guitarra eléctrica (Eze Cantero), bajo (Hernan Segret), batería y… batería. Sí, es un quinteto con dos bateristas. Tomás Sainz y Pablo González golpean los parches, y es como lo vienen haciendo en vivo, este no es un proyecto experimental.
El Jardín de Ordóñez es lo que en el siglo XIX se llamaba música programática. Es decir, sigue una idea previa extramusical, un programa literario.
En este caso, hay un personaje, Ordóñez, cuyas vicisitudes son retratadas musicalmente por Flores. Esto no queda sólo en los títulos de las piezas, todas instrumentales, sino que pronto se podrán ver videoclips rodados con actores y decorados, que cuentan una historia. Por ahora, tomando los títulos podemos imaginar algo, pero pronto podremos ver al mismísimo Ordóñez. Por lo tanto, es un disco que es parte de un proyecto artístico, no se agota en sí mismo.
